Muere y nadie lo notó... ¡por 7 años!

Hace unos días, el cuerpo momificado de una mujer fue descubierto, esto mientras la intentaban desalojar por no pagar la renta de su departamento, en Coruña, España. María de Rosario, hoy tendría 56 años… había desaparecido misteriosamente, sin dejar rastro alguno y sin que provocara la menor sospecha en sus vecinos.

Esa mañana, los agentes de la Guardia Civil acudieron a su domicilio para desalojarla  pues había dejado de pagar el alquiler desde hacía un par de meses, y no respondía al respecto; sin embargo, tras forzar la cerradura, ingresaron al departamento donde encontraron los restos momificados de esta mujer que había fallecido hace siete años.

El cadáver no presentaba ningún rastro de violencia y se determinó que falleció por causas naturales, además de tener la piel seca y los tejidos externos cuarteados por haber perdido todos los líquidos del cuerpo.

La última vez que la mujer fue vista tenía casi 50 años y corría el año del 2010, pero durante los últimos 7 años su alquiler de piso se estuvo pagando rigurosamente, 400 euros mensuales que salían de su cuenta corriente sin ningún problema, ya que tenía ahorrados más de 30 mil euros.

Como era de esperarse, un día la cuenta quedó vacía y al dejar de recibir el pago, la inmobiliaria coruñesa procedió a cortar la luz y el agua, hasta que finalmente solicitaron la orden de embargo.

Los vecinos de la mujer declararon que sólo les llamaba la atención ver su auto y el exterior de su hogar en completo abandono y con suciedad cumulada, pero jamás se imaginaron que ya había fallecido, pues la mayoría de los inquilinos del edificio eran nuevos y no sabían quién era la persona que vivía en ese departamento, además de que el cuerpo nunca se descompuso, por lo que no se percibió ningún olor desagradable.

“No olimos nunca nada. Sería difícil, porque delante de nuestro portal hay problemas muy fuertes de alcantarillado. Cada dos por tres tiene que venir una bomba de achique. Y en los rellanos nunca percibimos ese olor”, relató una vecina al periódico “El Español”.

El cuerpo de María del Rosario no fue reclamado, por lo que fue cremado y sus cenizas esparcidas en un campo comunitario.