Mujeres del campo, un sector "fantasma"
08 de octubre de 2014
Existe un desconocimiento sobre la cantidad de mujeres que trabajan en el campo y las condiciones en las que laboran, indicó el Secretario de Desarrollo Rural (SEDER), Felipe Cervera Hernández, ya que en más de las ocasiones, la tierra está a nombre del hombre y no se tiene un registro de las aportaciones de la mujer en este sector.
Sin embargo, sí reconoció que una gran parte de la población que trabaja y hace producir al campo, son las mujeres, pero por cuestiones culturales, muchas ocasiones quedan rezagadas.
“Hay un poco de falta de información real, en el sector agropecuario lo que nos hace falta es darle la garantía es que su trabajo será remunerado a ellas y no que van a terminar trabajando para el marido” comentó.
Cervera Hernández indicó que el principal obstáculo que siguen atravesando desde hace muchos años las mujeres del campo, es de índole cultural, ya que en muchos lugares la ideología del rol que la mujer debe desempeñar en el hogar, como la ama de casa y el hombre ser el proveedor, no permite que este sector termine de despegar sus potencialidades, sin embargo si resaltó que en la última década, cada vez más mujeres deciden incursionar en la parte productiva y ayudar en el sostén de la familia.
“En todos los aspectos, pero más en el rural, siempre es puntal para la producción la mujer, no solo por el cumplimiento o productividad que se puede medir desde el punto de vista frio de los números, sino por lo que representa la participación de la mujer, dicen, darle el trabajo a un hombre, es garantizar que ese hombre no pase hambre, pero darle trabajo a una mujer, es garantizar que una familia no pase hambre” indicó.
Agregó que para poder ir desenraizando esos pensamientos, la SEDER cuenta con varios programas de apoyo y financiamiento, para las mujeres del campo que deseen poder tener el control de sus propias tierras y cultivos.
Por cuestiones culturales, normalmente es el hombre el dueño de las tierras en las que trabajan, por lo que la presencia de la mujer, pasa desapercibida.