Muere por inseguridad en su empresa

13 de enero de 2017

Muere por inseguridad en su empresa

Que dijo mi mamá que siempre no, SA de CV, y  Trankilo Hija, SA de CV, son una misma empresa conocida como Revaluamx donde ese martes pereció triturado un trabajador que, al igual que sus compañeros, carecía de las condiciones mínimas de seguridad, no tenía Seguro Social ni prestación alguna, compartía la chamba con menores de edad y, por si fuera poco, no permitió el acceso inmediata a la ambulancia que acudió en auxilio.

José Reyes Uc Chi, de 46 años, cayó accidentalmente dentro de una trituradora de PET en la que perdió las extremidades inferior y, con su muerte, destapó la cloaca de una empresa que se distingue, al parecer, por sus reiteradas violaciones a las normas mínimas laborales y que ya está siendo investigada por las autoridades correspondientes y a las que, en el primer intento, les negó el acceso a las instalaciones.

Esta es la breve historia:

Eran las 10 de la mañana, de un “aparente” día normal, Uc Chi trabajaba al igual que decenas de empleados sin las garantías mínimas de seguridad: no tenía casco, ni botas, nunca recibió capacitación para operar maquinaria, carecía de prestaciones y, por consiguiente, también de Seguro Social.

Quizá por descuido Uc Chi resbaló y cayó dentro de la trituradora donde falleció minutos después, ante la mirada atónica de su propia esposa y de su hermana, quienes también laboraban en la empresa de marras.

A las muchas irregularidades laborales hay que sumar que, el lugar no contaba con “botones de emergencia” que pudieran detener las maquinas en caso de un desastre; algunos trabajadores comentan que el “supervisor” al ver detenida la producción, enojado intentó poner en marcha nuevamente las maquinarias, sin imaginar lo que ocurría con José, pero los gritos de trabajadores y familiares se lo impidieron.

¿Protocolos de seguridad? No en esta empresa que carece de lo más indispensable, incluso por órdenes de los jefes –según los propios empleados- se impidió que llamaran a los cuerpos de emergencia y, aunque usted no lo crea, en lugar de un doctor llamaron al encargado de mantenimiento para que cortara un “tubo metálico” que atravesaba  José, ya moribundo. Desde luego, aquel no acató la orden.

Minutos después llegó al lugar una ambulancia de la Secretaria de Seguridad Publica, pero no le permitieron el paso “mientras no llegaran los abogados de la empresa”; en tanto, por una puerta posterior fueron sacados dos trabajadores menores de edad, previendo quizá el problema en el que ya estaban metidos.

Una de las menores trabajadoras nos comentó lo siguiente:

 AUDIO EMPRESA 1 “tengo 16 años y  trabajo aquí sin el equipo necesario, la verdad es que no me siento segura de los accidentes que pueda tener en el trabajo, no nos ofrecen protección alguna para nuestras actividades”.

Otra versión nos la dio Raúl Amaya:

“No conocemos a los dueños, cambian de razón social constantemente para que no generemos antigüedad, no nos ofrecen el equipo necesario de trabajo ni la capacitación básica, mi compañero murió por una imprudencia de los jefes. Yo por ejemplo tuve una hernia que no me quieren atender, hemos tenido quemaduras con el plástico liquido hirviendo a temperaturas extremas, y no pasó nada, otro compañero se “molio” los dedos y no pasó nada”.

 José fue velado en la comisaría San Antonio Chum de Umán, donde radicaba. Ahí entrevistamos a algunos de sus familiares quienes nos manifestaron lo siguiente:

 Esta muerte no quedará impune, “Que dijo mi mamá que siempre no” les ha ofrecido $120 mil pesos a manera de reparación del daño pero no lo aceptarán pues saben que de acuerdo con la Ley del Seguro Social cuando un empleado pierde la vida en su trabajo la indemnización puede ascender al millón de pesos.

 Así las cosas, entrevistamos a Ricardo Béjar Herrera, delegado de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en Yucatán, quien señalo que ya ordenó las investigaciones correspondientes y se pueden hacer acreedores a multas de hasta 4 o 5 millones de pesos.

 

“Estamos llevando a cabo las investigaciones correspondientes desde que supimos del lamentable fallecimiento, ayer  se nos negó el acceso, pero esperamos que de ser certeras las acusaciones de los trabajadores y de ser responsables los dueños de la empresa, pudieran atribuirse a una multa de 4 o 5 millones de pesos o la clausura de la compañía”.

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El hombre que falleció triturado en una fábrica de pet carecía de las medidas mínimas de seguridad

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