Meridanos dejan cómodas casas coloniales para ir desolados a fraccionamientos
28 de enero de 2013
Aunque miles de meridanos han cambiado sus amplias y cómodas casonas del Centro Histórico y colonias emblemáticas como la México y la García Ginerés, los estadounidenses compran estas propiedades por ser un espacio todavía caminable en las noches, se tienen comercios cercanos, escuelas y hospitales accesibles.
La otra cara de la moneda son los meridanos que dejan el Centro para ir a vivir a extensos fraccionamientos donde tardan años en instalarse infraestructura educativa, hospitalaria y de diversión, como Cuidad Caucel, manifiesta el urbanista Humberto Sauri Ducth.
Ante la falta de escuelas en los principios de Ciudad Caucel, muchos niños de esté fraccionamiento fueron inscritos a las escuelas públicas de la comisaría de Caucel, lo cual ocasionó que los niños de la comunidad no tuvieran cupo y tuvieran que estudiar en Mérida.
Muy pocos yucatecos aprecian que en el Centro Histórico de Mérida existe la primera catedral construida en América continental, todavía existe la fachada de la casa del fundador de la etapa colonial de la ciudad y las casas de los encomenderos, aclara el ingeniero Humberto Sauri Dutch, fundador del Plan Estratégico de Mérida.
Grandes centros de población como el fraccionamiento Las Américas, que parece un pueblo, carecen de escuelas, centros de ocio y clínicas.
En años recientes, Mérida ha crecido deformada y desordenadamente ante la falta de una ley de ordenamiento y expansión de la mancha urbana.
La otra cara de la moneda son los meridanos que dejan el Centro para ir a vivir a extensos fraccionamientos donde tardan años en instalarse infraestructura educativa, hospitalaria y de diversión.