Médico psiquiatra llama a padres de familia a fomentar autoestima en adolescentes para prevenir adicciones

La drogadicción o toxicomanía es una enfermedad crónica, recurrente y tratable, que constituye un problema de salud pública con amplias repercusiones sociales, señaló el psiquiatra Diego Sánchez, especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Yucatán.

Es considerada una enfermedad porque afecta directamente la salud física y mental de las personas, genera daños orgánicos muchas veces irreversibles, empeora la calidad de vida e incrementa el riesgo de tener accidentes.

Es por esto que el 26 de junio se ha establecido como el Día internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas. Sobre esto, el especialista del IMSS mencionó que en el Seguro Social se da orientación sobre este tema a padres de familia o tutores de adolescentes.

Se da principal enfoque en el grupo de los adolescentes ya que forman el conjunto poblacional que más drogas consume, pues enfrentan cambios emocionales, psicológicos y físicos que en algunas ocasiones no logran asimilar de la mejor manera.

Deben saber que el consumo de drogas, aunque sólo sea “para probar”, es sumamente peligroso y llega a afectar de una manera importante la  salud física y mental, además de que altera su forma de relacionarse con otras personas y con su entorno.

En ocasiones, una sola dosis de cualquier tipo de droga puede generar un ataque al corazón, insuficiencia respiratoria, convulsiones, ataque de pánico, shock, así como daños al nervio óptico y lesiones en el oído; aunado a esto, ocasiona la pérdida progresiva de las principales funciones intelectuales como son el pensamiento, memoria y aprendizaje, entre otros severos daños en el organismo.

Existen varias señales de alerta que presentan los jóvenes que podrían estar consumiendo drogas, por lo que se debe estar muy alerta ante estados de ánimo cambiantes, pánico, miedo, indiferencia al dolor, alteraciones del sueño, comportamientos violentos, sentimiento exagerado de felicidad, descontrol motor y del lenguaje, alucinaciones, ansiedad y falta de apetito.

Para finalizar, el IMSS Yucatán reitera el exhorto a cuidar y proteger la calidad de vida de los niños y jóvenes; así como a solicitar orientación y ayuda profesional cuando lo requieran.