"Más derechos para más gente"
09 de junio de 2018
La Organización de Estados Americanos está cumpliendo 70 años y hay muchas razones para celebrarlo.
La OEA se trata de nuestro organismo regional y es nuestro foro de cooperación continental en el que casi todos los países de América están representados. Además de la importancia de los asuntos políticos y jurídicos, se trata de nuestro sistema de protección a los Derechos Humanos desde donde se trazan los ejes sobre los que los países deben trabajar.
De la Organización de Estados Americanos emanan dos grandes organismos: la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, con sede en Washington y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, ubicada en San José, Costa Rica.
La Corte Interamericana ha resuelto de manera paradigmática en cuatro ocasiones la necesidad de reconocer el pleno derecho a la igualdad de las personas LGBT.
Que la OEA, la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos se estén pronunciando a favor del reconocimiento de derechos de las personas LGBT ha molestado a los movimientos ultraconservadores de varios países movidos por el terror de que “se está implantando la ideología de género” y “la cultura de la muerte”, o sea se han organizado para oponerse al reconocimiento de la orientación sexual y la identidad de género, a la despenalización del aborto y a la educación sexual en las escuelas.
Derivado de ese terror, ahora viajan a las Asambleas Generales de la OEA, hacen protestas, se colocan detrás de las organizaciones que hablan a favor de la diversidad, de los derechos sexuales y del aborto y sacan pancartas, carteles y banderas mientras comparecen.
En este período de sesiones, realizadas en Washington, hubo como siempre una ronda de diálogo con la sociedad civil del continente. Hablaron organizaciones de discapacidad, migrantes, indígenas, etc.
Pero lo que hay que destacar es que a los únicos que les hacen protestas, a los únicos que les hacen afrenta a su reconocimiento de derechos son a las organizaciones de la diversidad sexual.
Hace algunos años esas organizaciones conservadoras se limitaban a rezar rosarios fuera de las sesiones de la OEA, más o menos lo mismo que le hacen a la Dra Sandra Peniche en su clínica.
Ahora, ante la desesperación de su fracaso como movimiento, han dado un paso más y se han incluido en las rondas de diálogo. La buena noticia es que cada vez que lo hacen se muestran como un movimiento antiderechos y sumamente desconocedores de lo que hablan. Como el presidente del Frente Nacional por la Familia que viajó hasta Washingtón a pedirle a la Asamblea de la OEA que no reconozcan los derechos de las personas LGBT.
Pero, la otra buena noticia es que con todo y la oposición de esos grupos antiderechos y ultraconservadores y a pesar de sus intimidaciones, amenazas, oraciones y rosarios, la Asamblea General aprobó por décimo año consecutivo una resolución a favor de las personas LGBT.
Estas resoluciones son muy importantes y de enorme trascendencia internacional pues marcan las líneas y los ejes que deberán seguir los países americanos para proteger y promover los derechos de las personas en situación de vulnerabilidad.
En esta resolución se insta a los Estados a combatir la discriminación por orientación sexual e identidad de género, reafirma la urgente necesidad de reconocer los derechos sin discriminación (haciendo énfasis en el matrimonio) y pide a los gobiernos de Las Américas la ejecución de políticas públicas a favor de las personas LGBT.
Así que una vez más a nivel interamericano queda claro lo que significan los Derechos Humanos.
Más derechos para más gente.
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Nota escrita por
Armando Rivas Lugo
El Zarpazo...