"Los Juegos del Hambre"

Debo confesar que no soy seguidor del trabajo que realiza Suzanne Collins, pero reconozco el gran trabajo que realizó con "Santa, Baby” y ahora con la famosa trilogía “Los Juegos del Hambre”. Aunque tampoco soy un fanático asiduo de la serie en cuestión, también debo reconocer que ha estimulado la lectura en los jóvenes lo cual me parece extraordinario.

Usted se preguntará ¿A dónde va todo esto? , bueno estimado lector le comento que en días anteriores ante la insistencia de mis sobrinas y mi novia decidí ir a ver con ellas la secuela de “los juegos del hambre”; Si usted no está enterado de la temática, aquí le doy una breve reseña.

El libro y le película muestra en mayor parte las experiencias vividas por  Katniss Everdeen, una adolescente de dieciséis años que vive en Panem, una nación ubicada en lo que anteriormente era América del Norte. Lo interesante viene a continuación; hace cerca de 100 años, uno de los Distritos inició una rebelión ante El Capitolio, el cual sería equivalente a la capital del país y que controla a todos los distritos, en esa rebelión se perdió una enorme cantidad de vidas, además de la destrucción total de dicho distrito. Como castigo para evitar otros futuros levantamientos, El Capitolio creó un evento llamado «Los Juegos del Hambre», en donde anualmente los doce distritos sobrantes deben enviar dos tributos, un chico y una chica con edades entre los doce y los dieciocho para que lucharan a muerte en una arena hasta que solamente quedara uno, mientras todo Panem los observa a través de televisión.

En esta segunda entrega, se pretende que la protagonista sea un símbolo de sublevación en su comunidad, pues los actos de bondad y solidaridad que tuvo hacia sus compañeros "tributos" durante los primeros juegos son considerados por las autoridades un peligroso punto  de "esperanza"  para las  oprimidas y furiosas masas que empiezan a levantarse. Su presidente, muy enojado por los involuntarios llamados de rebelión y "esperanza" que Katniss inspira, realiza un "Vasallaje", otra selección de tipo lotería entre los Tributos sobrevivientes de cada distrito en años pasados, con el fin de exterminar a la protagonista, y con ella a toda amenaza para el capitolio.

Un gobierno que no admite consejos, gente que es removida y exhibida por no ir al mismo ideal que sus autoridades cuya pantalla mediática es el presidente, desviación de lo realmente importante con shows televisivos, conductores de tv vendidos al sistema y  otras formas de espectáculos masivos para desviar la atención del público de los males que realmente atacan a la sociedad, todo podría compararse con lo que vivimos en México, empero, que Hollywood permita una película con una rebelión popular en  sus tierras, sugiere que algo de la descrita crisis social está penetrando aún para nuestro vecino país.

 La pregunta, no obstante, que hay que responder es: ¿Podrá Los juegos del hambre: En llamas, en realidad, contribuir a la llegada de una revolución social? Y todavía más, querido lector, la serie entera retrata un régimen reaccionario, casi fascista, pero ¿emergiendo de qué procesos sociales y sirviendo a qué intereses económicos? Vemos en la película a gente yendo a trabajar a  minas, pero ¿Quién posee las minas? ¿Quién posee las corporaciones? Esto es completamente esquivado. Simplemente se nos presenta a un maléfico presidente y a sus secuaces. ¿Pero quién le da las (verdaderas) órdenes a este grupo de villanos? ¿Dónde están los banqueros y los jefes corporativos?

Estimado lector creo que comprende muy bien hacia donde quiero llegar y por qué hago esta comparación; somos una nación que se queja en las redes sociales pero en la vida real no hacemos nada, conocemos quienes tienen el control del país y no hacemos nada, políticos gastan nuestro dinero en lujos, los “representantes” del pueblo aprueban reformas y leyes que benefician a un grupo de personas y todo coronado con la brillantez del show mediático, dramático, telenovelesco, telebasura al fin. Necesitamos líderes que se levanten para un mejor país, gente que ponga en primer lugar ideales y el bien común antes que sus colores partidistas y aspiraciones políticas,  gente que deje de ser apática, gente que comprenda que tenemos que exigir con respeto, responsabilidad e información a nuestros gobernantes; se han aprobado todas las reformas que fueron expuestas ya no hay excusas de fracaso, tenemos que evaluar a nuestro gobierno o pronto viviremos en nuestro país “los juegos del Hambre”, si no es que ya comenzaron.

@TheWilox