"Los hombres violentos necesitamos ayuda..."

24 de julio de 2015

"Los hombres violentos necesitamos ayuda..."

Cada año, cada mes, quizá cada día, escuchamos numerosas historias de mujeres que sufrieron violencia por parte de su pareja, su padre, un amigo, un jefe, o de algún hombre; violencia verbal, psicológica, financiera, sexual o física, las hay de muchos tipos y niveles, ante esta situación  existen diversos centros y asociaciones que las acompañan para romper con ese “circulo vicioso”, sin embargo, ¿Quién ayuda a los hombres violentos para cambiar sus conductas? ¿Qué pasa cuando uno de ellos decide que ya no quiere ser más de esa manera?

Esta es la historia de Julián, un joven de 21 años de edad, quien decidió romper el silencio y reconocer que requería ayuda, ya que en los últimos años su conducta había estado cambiando hasta tornarse violenta, llegando a tener cuadros de ira, en los cuales era incapaz de controlarse y la única forma de manejar sus emociones era por medio de agresiones, mismas que pasaron de ser verbales a físicas.

“Tuve unos episodios extremos de los que ya no quería ser parte sobre todo con mi pareja, en el momento de las acciones sentía mucha ira y mucho enojo y después la culpa y el arrepentimiento”, relató.

Desde hace 4 meses Julián acude al Centro de Atención y Reeducación para hombres violentos, en donde gracias a la ayuda de expertos, ha podido aprender a canalizar sus emociones de distintas maneras, sin tener la necesidad de recurrir a la violencia para externar sus sentimientos.

Julián recordó que él decidió acudir a dicho centro, luego de la última discusión con su novia, en donde perdió el control y terminó golpeándola, situación por la cual, ella decidió ponerle fin a la relación.

Ante este suceso, admitió que él mismo se dio cuenta que su conducta no era la adecuada y lejos de poder “hacer feliz a la persona que ama” le estaba causando daño, pero ese apenas fue el primer paso, ya que no se sentía seguro de que es lo que ahora debía hacer.

Fue ahí cuando escuchó sobre el centro y decidió probar suerte, pero admitió que estaba “totalmente escéptico” de que tal cosa pudiera funcionar.

“Un día estuve demasiado violento y lastime mucho a mi novia y me di cuenta que no tenían que ser así las cosas”, confesó.

Tras un par de meses acudiendo a las terapias, Julián esta “gratamente sorprendido” de los resultados, pero mencionó que no ha sido u proceso sencillo, especialmente porque aún en nuestros días existe una cultura en la que al hombre “le es difícil admitir que requiere ayuda”.

“Nos han enseñado que un hombre es fuerte, lo puede solucionar todo, no necesita ayuda y a veces si la necesitamos y la verdad es que en un principio estaba incrédulo sobre este lugar”, explicó.

Señaló que no se necesitaba “de mucho” para enojarlo y hacer que reacciones violentamente, incluso llegó a tener problemas en su trabajo, ya que cuando alguien le hacía un comentario que no le pareciera, ocasionaba enfrentamientos.

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