Los comercios cambian foquitos y adornos por uvas y ropa interior
26 de diciembre de 2013
Ya pasando la noche buena y navidad las calles del centro de Mérida se encuentran más desahogadas, lo que igual se nota es que los comercios ya no ofrecen foquitos ni adornos navideños sino todo lo referente al fin de año.
Una de las tradiciones en la última noche del año es ingerir uvas al ritmo de las campanadas del reloj, 12 en total, esto los ambulantes lo saben, por ello en las esquinas y alrededores de los mercados San Benito y Lucas de Gálvez se han instalado con sus mesas vendiendo uvas con y sin semilla-al gusto del cliente- y los precios oscilan entre los 60 y 80 pesos el kilo.
En el Pasaje Emilio Seijo los comerciantes ya no ofrecen foquitos, juguetes o adornos navideños, ahora han sacado para ofrecer piezas de ropa interior en los colores amarillo y rojo, según dicen uno es para atraer suerte y el otro para atraer al amor. Los precios varían de acuerdo a la marca y la pieza.
El 31 de diciembre es una fecha hasta cierto punto informal, los vecinos suelen cerrar las calles para armar la pachanga y algunos suelen juntarse en la casa de algún amigo o familiar y festejar la llegada del año nuevo y para esto no pueden faltar los accesorios como los son: lentes de colores, pelucas, sombreros, globos, y demás, que también se pueden encontrar en los comercios del centro.
De igual forma en los puestos de dulces hay piñatas del “viejo” cuyos precios oscilan entre los 70 y 100 pesos dependiendo el tamaño.
Una de las tradiciones en la última noche del año es ingerir uvas al ritmo de las campanadas del reloj, 12 en total, esto los ambulantes lo saben, por ello en las esquinas y alrededores de los mercados San Benito y Lucas de Gálvez se han instalado con sus mesas vendiendo uvas con y sin semilla-al gusto del cliente- y los precios oscilan entre los 60 y 80 pesos el kilo.