Leer sin compromiso
22 de abril de 2013
Hoy 23 de abril se conmemora “El día mundial del libro”. Las cifras relacionadas con la lectura no son nada halagadoras entre los mexicanos. La Encuesta Nacional de Lectura 2012, realizada por la Fundación Mexicana para el Fomento a la Lectura en México arrojó que en nuestro país se lee cada día menos.
En la pregunta a los encuestados: “si leían libros, el 56% dijo que sí; mientras que en 2012, la cifra disminuyó a un 46%. Se observa una caída del 10% respecto al número de lectores de libros de 2006”. El promedio de libros leídos por mexicanos sigue siendo prácticamente el mismo: 2.94 libros al año.
El documento señala “que las principales razones de los mexicanos para no leer, o por las cuales no leerían, se encuentran: por falta de tiempo, por dedicarse a otras actividades recreativas o porque no les gusta leer”.
Y es que el libro tiene bastantes rivales que compiten con él: la televisión, los audio-libros, los llamados e-books; en general la Internet que goza de cabal salud ante los medios tradicionales.
Para tratar de contrarrestar este desinterés por la lectura, se hacen campañas para fomentar su hábito, círculos de lectura estudiantil y para el público en general, ferias del libro; y una larga lista de promociones como aquella ingeniosa de “libro libre”, que consistía en dejar un libro en algún lugar público para que otra persona los rescatara, lo leyera y lo volviera a dejar en otro lugar para alguien más disfrutara de sus páginas, y así sucesivamente hasta la utópica idea de llegar a todo el mundo.
Las actividades anteriores tienen la intención de que el libro se convierta en una alternativa más de diversión y se desmitifique que la lectura sigue siendo un asunto estrictamente educativo y el acceso a la cultura escrita está seriamente restringido para la mayoría de la población.
Pero que estas cifras no nos angustien del todo. Cualquier momento es bueno para adentrarse a la lectura. Si a usted amable radioescucha le aburre un libro, lea otro y otro y otro más, hasta que encuentre uno que le agrade, que le divierta, que lo disfrute. Que no haya obligación en la lectura, solo alegría.
Compartimos con usted un fragmento del escritor Juan Domingo Argüelles: “Si quieres, lee. Y verás que ningún libro es más importante que la vida, pero que los libros sirven, a veces, para darle a nuestra vida un sentido que no habíamos descubierto…”.
Editorial 23 de abril 2013