La zoofilia, una práctica común en los municipios del estado

Después de conocer el caso de Max, el perrito de Tizimín que fue abusado sexualmente y maltratado, acudimos con el maestro Paulino Dzib Aguilar, del Instituto Interdisciplinario de Psicología Jurídica de Yucatán, para que nos explique acerca de la zoofilia y sí esta tiene relación con la violencia.
 

Primero que nada el psicólogo explico que la zoofilia es una preferencia que cae en el rubro de las parafilias, calificada como un desvió  sexual.
 

"Hay que hacer una distinción no es lo mismo el afecto y hasta llamarle amor que uno puede tenerle hacia un animal y la zoofilia, la zoofilia es la excitación que uno tiene para tener vida sexual con animales, perros, gatos, cerdos, gallinas, aves de corral, en concreto si yo me excito y tengo vida sexual con un animal tengo una parafilia o una preferencia zoofilica".
 

Dzib Aguilar afirmo que aunque parezca increíble esta práctica se da seguido en municipios del estado, y consecuentemente entre adolecentes.
 

"El adolescente que empieza a buscar una respuesta sexual, que empieza a tener actividad por desarrollo propio en su etapa y no tiene habilidades sociales para poder tener una pareja ya sea homosexual o heterosexual, uno de los recursos que utiliza es la parafilia, que pueden ser animales a su alcance, generalmente son perros y aves de corral".
 

Sin embargo dijo que esta práctica en ocasiones  es transitoria y solo forma parte de una etapa de la vida del individuo, y suele presentarse en edades de los 14 a 25 años de edad.

Sobre el caso de Max dijo que quienes cometieron este acto en contra del  perrito, a parte de la parafilia se aprecia un comportamiento violento y más aún por haber sido un abuso cometido en grupo, en el que muchas veces al estar rodeados de otras personas se atreven a hacer cosas que por sí solos no harían, o estando bajo los efectos de alguna sustancia.