La realidad supera al "reality"
24 de enero de 2018
Las redes sociales nos muestra un Reality Show mundial y deja al descubierto al mundo primitivo.
Desde hace un más de una década, un recurso que ha tenido los canales de televisión internacionales para aumentar el rating es ofrecer realitys shows, es decir, llevar a la pantalla hechos reales. Sin embargo, ya la inmediatez de las redes sociales nos ofrece esa particularidad, ser testigos de hechos reales por más cruentos o sencillos que sean.
La semana pasada en Venezuela, el mundo pudo ser testigo de una ejecución pública, cuando un ex oficial de la Policía Científica, Oscar Pérez, externó varios videos tras ser descubiertos por las autoridades castrenses del país suramericano luego de vivir casi un año en la clandestinidad. Minutos después, se conoció que Pérez y cinco de sus acompañantes, murieron en la operación.
Pérez era tildado de “terrorista” por el gobierno de Nicolás Maduro luego de haberse robado un helicóptero del cuerpo judicial en medio de las protestas que sacudieron a la tierra de Bolívar durante el año 2017. Ese día, el ex uniformado supuestamente disparó contra el techo del Tribunal Supremo de justicia y sobre el edificio del Ministerio de Interior y Justicia en el centro de Caracas.
Luego, Pérez prometió una campaña en contra del presidente de este país. En diciembre, se atribuyó el robo de armas en un Comando de la Guardia Nacional. Sin embargo, sus amenazas quedaron en palabras, nunca hubo una acción. Sin embargo, dentro de su hoja criminal no figura un muerto, ni un herido.
Sin embargo, organizaciones defensoras de los derechos humanos evaluaron los videos de Pérez y alegaron que el ex policía tenía la voluntad de entregarse al ser descubierto en la localidad de El Junquito, una zona montañosa cercana la capital. Sin embargo, en otro material audiovisual se evidencia el ataque al escondite de Pérez con el lanzamiento de un misil.
La historia nos muestra que otros sujetos acusados de terrorismo o con un prontuario de crímenes? de lesa humanidad no fueron ejecutados, sino que fueron aprehendidos y posteriormente juzgados.
Por ejemplo, tras la conclusión de la Segunda Guerra Mundial, se llevó a cabo el Juicio de Nuremberg en 1945: 611 personas fueron acusadas de haber participado en el holocausto. Muchos de ellos fueron ahorcados y otros se suicidaron antes de pasar por la horca.
-También en la persecución hacia los antiguos representantes de la SS, el denominado doctor muerte, Adolf Eichman, logró burlar a la coalición y escapó a Suramérica. Sin embargo, la Mossad, la oficina de inteligencia de Israel lo ubicó, lo secuestró y se lo llevó al territorio hebreo para juzgarlo.? La pena de muerte también fue su destino.
-En 1992, el gobierno peruano presidido por Alberto Fujimori detuvo a Abimael Guzmán, el líder del grupo terrorista Sendero Luminoso, una organización a la que se le responsabiliza una lucha armada desde 1970 que dejó más de 70 mil muertos. Fujimori no ultimó al enemigo del estado, sino que lo mostró como un trofeo de guerra. Tomó al guerrillero, lo vistió de preso y lo mostró tras las rejas. Guzmán sigue en la prisión.
En esa larga lista podríamos mencionar al presidenta de la antigua Yugoslavia, Slodoban Milosevic, y más recientemente, el croata-bosnio Slodoban Praljak, fue condenado a 20 años de prisión por la Corte Internacional de la Haya por crímenes de guerra en la misma guerra que desató Milosevic en los países bajo en la década de los 90. Acto seguido, se suicidó frente a las cámaras.
En tema de Derechos Humanos, todas las personas merecen un juicio. La fuerza desmedida como en la que se actuó contra Pérez en Venezuela, terminó en una ejecución en la que todos fueron testigos por el uso de las redes sociales. En México, la Ley de Seguridad Interior va a permitir el uso de la fuerza castrense. Sin embargo, defender a la nación, no puede ser sinónimo de crimen. Los ojos o las redes sociales, están viendo.
Nota escrita por
Ronald Rojas
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La mirada del Pana...