La Masacre de Munich, a 46 años

Mientras que para México, septiembre es el Mes de la Patria, en otra partes del mundo han ocurrido hechos que cambiaron la historia del Mundo… muchos de ustedes recordarán el 11 de septiembre del 2001, y antes de esa fecha, un 5 de septiembre pero de 1972, la humanidad se paralizó con el secuestro en una Villa Olímpica, en Alemania, hoy recordamos: La Masacre de Munich…

El 5 de septiembre de 1972, se cumplía con el día 10 de los juegos olímpicos de Munich, los primeros que se hacían en Alemania desde el fin de la segunda Guerra Mundial en 1945. El país germano tenía la intención de limpiar su imagen luego del horror nazi que asesinó a millones y millones de judíos. Además, todavía estaba el recuerdo de los juegos olímpicos de Berlín de 1936, inaugurados por Adolf Hitler. 

Pero en 1972, todo iba bien. Alemania proyectaba la imagen de país amigable, incluso, para el 5 de septiembre ya el estadounidense Mark Spitz había implementado  un récord que duró más de 30 años al cosechar 7 medallas de oro.

Sin embargo, en esa fecha, antes que saliera el sol, ocho palestinos pertenecientes a la agrupación armada “Septiembre Negro, irrumpieron en la villa olímpica de Munich, especialmente, en los apartamentos donde se alojaban la delegación israelí, y secuestró a 11 atletas judíos.

Los juegos se suspendieron momentáneamente. Los rostros encapuchados de los secuestradores en los balcones de los apartamentos le dieron la vuelta al mundo. Especialmente, uno de ellos, el líder de ese grupo “Septiembre Negro” conocido como Issa. Este, encabezó las negociaciones con las autoridades germanas para exigir la liberación de 234 palestinos que estaban encarcelados en Israel por supuestos cargos de  terrorismo. Issa, que significa Jesús en Árabe, tenía la cara barnizada con pintura de zapato negra, sombrero blanco y lentes de sol. En sus conversaciones, mezclaba el alemán con el francés con lo que denotaba una gran inteligencia y  en su mensaje dejaba claro su fanatismo hacia la causa palestina.

Alemania no permitió la ayuda del gobierno israelí en las negociaciones. En horas de la noche, un helicóptero llegó a la villa olímpica para trasladar a los secuestrados y a los ocho miembros del “Septiembre Negro” al Aeropuerto de la ciudad. Para esa hora, ya dos atletas israelíes habían sido asesinados: Yossef Romano y Moshé Wienberg.

La operación de rescate fue un desastre desde el inicio. En el terminal aéreo se desató un tiroteo entre “Septiembre Negro” y la policía germana. En el intercambio de balas, perecieron cinco de los terroristas palestinos, pero también perecieron los otros ocho atletas en cautiverio. De nueva cuenta, había corrido sangre judía en Alemania.