La intolerancia de la derecha
12 de marzo de 2012
La semana pasada, en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal se realizó el Parlamento Juvenil 2012. La idea es altamente positiva. Se recibieron setecientos cincuenta solicitudes de jóvenes con ganas de participar, decir lo que piensan y exponer sus propuestas e inquietudes. Entre los temas expuestos se encuentran: el fomento al empleo, respeto a su integridad fÃsica, mejores oportunidades de educación y jóvenes en situación vulnerable. Algunas de las propuestas serán turnadas a la comisión correspondiente para que los asambleÃstas las analicen. Sin embargo, de este fabuloso ejercicio de propuestas y análisis de ideas, la nota fue de Juan Pablo Castro cuando subió a tribuna a pedir respeto para las instituciones y lo que hizo fue mostrarse irrespetuoso contra la decisión legÃtima de los ciudadanos a vivir felizmente su preferencia sexual y luchar por el pleno reconocimiento de sus derechos. Lo que al parecer no le explicaron a este joven, es que no es el PRD, sino todos los partidos polÃticos los que han aceptado que los tratados internacionales que México firma se conviertan en ley en todo el territorio nacional, y prácticamente todos estos tratados se relacionan con los derechos humanos. De esta manera, y como lo manda la constitución, ningún mexicano puede ser discriminado por su preferencia sexual. Ser homosexual no es delito, la agresión y la discriminación sà lo son. Tristemente Juan Pablo Castro subió a tribuna con una corbata azul que lo identificó con el PAN; por su nombre consideramos que su padres son admiradores de Juan Pablo segundo y le han inculcado una férrea educación religiosa, finalmente, es curioso que su apellido sea el mismo que la actitud que tuvo al castrar las ideas en lugar de argumentar lo que el ambiente de derecha, en el que nos parece creció, le ha inculcado.