"Alfredo del Mazo y la derecha..."

La ideología nazi es esencialmente racista. Esta ideología fue desarrollada por Adolfo Hitler en su libro "Mi lucha". Su doctrina se basa principalmente en 4 puntos: La superioridad de la raza aria, es decir, los blancos alemanes son superiores a todos los demás. El antisemitismo, es decir, acabar con los judíos. El fortalecimiento del estado, es decir, aquí mando yo; y finalmente, el expansionismo, es decir, más gente a mis pies que garantice una buena vida para mí y los míos.

Por eso, cuando en Estados Unidos se manifiestan personas gritando “Heil Trump”, están diciendo, los gringos somos superiores, no queremos a los judíos, sométanse a Trump y conquistemos a quien queramos. Fueron muchos los estadounidenses que se manifestaron en contra de ese grupo de personas, pero el presidente de Estados Unidos se vio tibio con los neonazista al denostar a los "demócratas" inculpándolos de ser de "extrema izquierda". 

Entre los restos del espejo veo a gente, como yo, educada en la democracia occidental, que rechaza a los extremistas neonazis. Que el presidente Trump nos vea como extrema izquierda solo lo puedo entender colocándolo a él en la extrema derecha.

En general, en la derecha suele colocarse a las personas que manifiestan posiciones políticas que coquetean con la discriminación.

En México, a través de una lucha de más de 200 años, hemos pasado de una sociedad basada en las castas a una que consagra, en el artículo uno de la constitución, la igualdad. Tristemente, el país sigue siendo racista, clasista y discriminatorio.

Una tarea importante de la sociedad y de quienes aspiramos a vivir en una comunidad igualitaria consistirá en escudriñar a los candidatos a un puesto de elección popular para evitar que nos gobiernen personas proclives a la discriminación. Trump se considera una persona que no discrimina, pero sí lo hace. El dice que no es racista, pero sí lo es. Por eso, no debemos preguntar a los candidatos si discriminan o no, sino observar sus reacciones y deducir lo que realmente cargan en su personalidad.

Esta será una tarea para aquellos que aún desean un México basado en la igualdad. Vale la pena luchar por cerrarles el paso a quienes, como Donald Trump, aprovechan la democracia para intentar asaltar el poder e imponer el totalitarismo.

En México, durante las pasadas elecciones del Estado de México, Alfredo del Mazo se manifestó en contra del matrimonio igualitario e hizo referencia a su doctrina religiosa cuando apenas, un año antes, el priísta número uno de la nación, impulsó una ley que fortalecía los derechos entre todos los mexicanos. Pero ante el embate de la derecha, muchos de sus correligionarios se asustaron.

En una época en que los movimientos totalitarios e intolerantes toman fuerza por todo el planeta, luchar por las libertades y la igualdad es necesario antes que otros decidan que hacer con nuestras vidas… sin importar si la derecha nos cataloga en la extrema izquierda.

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