La final del futbol mexicano va más allá de un simple balón

No cabe duda, el fútbol mueve emociones, sentimientos y hasta las fibras más sensibles de la política nacional.
El próximo domingo la final inédita del fútbol mexicano involucra a dos equipos que aunque aparentemente no tienen relación alguna, muy en el fondo tienen una que otra coincidencia que son, difícil de creer, bueno ni tanto.

Por un lado los Diablos Rojos pertenecen a la catedral del chorizo, exacto del Estado de México, de donde es el próximo presidente de la república, Enrique Peña Nieto, quien también gobernara esta entidad, y que de seguro es seguidor del Toluca

Mientras que la escuadra rival, los Xolos de Tijuana, equipo que sueña con su primer título en el máximo circuito del futbol, es manejada por Jorge Hank Rhon, quien ha declarado abiertamente que su equipo es priista.

Por cierto como dato curioso Hank Rhon es el propietario de la Promotora Cultural Yaxche , empresa encargada del proyecto del Gran Museo Maya de la capital yucateca.

Ante todo esto ¿ya hiso usted conjeturas?, los apellidos Peña, Nieto , Hank, es igual a la leyenda del grupo de Atlacomulco, agrupación de políticos mexicanos que tendrían su campo de acción en el Estado de México.

Luego entonces y posiblemente, esto sería para este grupo político, la última perla de la corona, porque ganen los Xolos o los Diablos, tanto el título del fútbol nacional como la presidencia del País pues se quedaría en casa, siendo para los miembros del Grupo de Atlacomulco un excelente fin de semana para festejar.