La boquita de Mariana Gómez del Campo.

05 de junio de 2012

La boquita de Mariana Gómez del Campo.

Amigo radioescucha, mucho se critica el vocabulario pobre y vulgar que cada día se escucha a través de los medios masivos de comunicación. Y uno se imagina que del grupo de las señoras de la vela perpetua es de donde sale el mayor número de críticas al respecto. Por eso, más de uno quedamos perplejos al escuchar la voz fuerte de la panista Mariana Gómez del Campo refiriéndose a una ex compañera de su partido.
Resulta que la panista Lía Limón se pasó al equipo de Peña Nieto, como también lo hizo el ex presidente del PAN, Manuel Espino, amigo entrañable de Ana Rosa Payán.
Lo que sucede, es que estamos en campaña electoral, y en estas épocas los ciudadanos nos hemos acostumbrado ver saltar a los chapulines. Permítame explicarme, en tiempo electoral, los políticos que consideran representan los intereses de muchos ciudadanos, se sienten fuertes e importantes y, si por alguna razón, su partido no lo trató como deseaba, pues busca colocarse con los adversarios. Así inicia la danza de los chapulines: brinca un político por aquí, salta un diputado por allá, se mueve un funcionario corrupto buscando la gracia del fuero, se arrastra un regidor en busca del sueldo.
Y ante esta danza de los saltarines, se le preguntó a la sobrina del presidente Calderón su opinión. La líder panista de la asamblea chilanga, conocida por su carácter fuerte, su postura conservadora, sus lineamientos de derecha, la convierten en una especie de mano de hierro dentro del PAN. Esta mujer, al referirse por el brinco de la panista Lía Limón al PRI dijo…
¿Sabe? lo que dijo puede ser algo incorrecto para algunos, pero es lo que dijo frente a las cámaras y se difundió a todo el país. La hermosa Marianita dijo: “Al final del día, la caca flota”.
Hace 5 años, Ana Rosa Payán ayudó a Ivonne a sacar al PAN de Palacio de Gobierno. Si le preguntáramos hoy a Marianita con respecto de Ana Rosa Payán, ¿también nos contestaría que al final del día, la cloaca flota? La verdadera respuesta la tendremos el 1 de julio, cuando el voto yucateco defina lo que pensamos de nuestros políticos ¿o acaso no será así, amable radioescucha?

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