La Arquidiócesis de Yucatán prepara la segunda generación de un centro de escucha para luchar contra el suicidio

Yucatán es el segundo estado de la República que cuenta con un centro de escucha, regido por la Arquidiócesis de Yucatán, el cual tiene como intención prevenir la incidencia del suicidio toda vez que la entidad ocupa el segundo lugar en el país en lo que se refiere a este flagelo. Este centro fue iniciativa del padre Alejandro Álvarez Gallegos, coordinador Diocesano para la Pastoral de la Vida y doctorado en Bioética.

“Es un centro de acompañamiento para todas las personas que quieran hablar realmente, el único lugar que conocemos para las personas es en Guadalajara y aquí en Yucatán es la primera vez que vamos a tener un centro de escucha, no es una terapia, no es una situación de rehabilitación, se les ofrece a las personas ocho sesiones de una hora.”

El presbítero informó que la idea nació en la necesidad de atender este problema desde la iglesia católica. Álvarez Gallegos señaló que, hasta el momento, el papel del sacerdote era llegar al funeral y con este centro buscan frenar esa costumbre.

“Después de esas ocho sesiones se valora a la persona y se le ofrece, si la persona lo acepta un acompañamiento posterior profesional. En los casos de sesiones la persona viene a hablar y el voluntario no emite juicios, no emite ningún tipo de diagnóstico o consejo, en todo caso algún tipo de retroalimentación, pero la persona viene a hablar.”

Ahora recibirán a la segunda generación en este mes de mayo. El centro de escucha se ubica en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús en la Colonia Alemán.

“Acabamos de terminar la primera generación de voluntarios y escuchantes y es muy interesante, me gustaría aquí decirlo que, entre los hombres y mujeres, los hombres no terminan, a los hombres nos cuesta mucho trabajo hablar, vienen dos o tres sesiones y ya no vuelven.”

De acuerdo con el sacerdote, el siguiente paso en esta materia es abrir el Centro Estatal de Atención al Suicidio, pero aclaró que es un proyecto que podría darse en un periodo de cuatro años o más.