Iría a prisión por bromear en redes
13 de abril de 2017
El pasado 14 de marzo, en Michigan, Estados Unidos, ocurrió un escalofriante hecho, Tysen Benz de 11 años de edad fue víctima de un pesada broma en Snapchat que lo orilló a cometer lo impensable.
Tysen estaba recostado en su cama cuando comenzaron a llegarle mensajes de Snapchat de la amiga de su novia, quien le anunció que la joven de 13 años había muerto, la noticia entristeció tanto al menor, que tomó la decisión de alcanzar a su amor y se suicidó.
Cuando su madre entró a su cuarto no lo encontró y pensó que tal vez estaba jugándole una broma y estaba por ahí escondido.
La mujer comenzó a buscarlo y al abrir el clóset, lo encontró colgado: Entré y pensé que se estaba haciendo el tonto. Pero terminé encontrándolo en el armario… Traté de darme prisa y de levantarlo. Estaba gritando. Le dije a mi hijo mayor que llamara al 911. Mi pequeño estaba gritando”.
A pesar de que los paramédicos intentaron reanimarlo, ya era demasiado tarde, Tysen fue ingresado a un hospital en el que murió tres semanas después.
Por su parte, la bromista joven ahora es acusada de uso malintencionado del servicio de telecomunicaciones y de un ordenador para cometer un crimen, y si la encuentran culpable podría pasar de 6 meses a un año de detención en un centro juvenil.
Nota escrita por
Subiria Duarte
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Un engaño en Snapchat terminó con la vida de un niño de 11 años