Hospital “san carlos” requiere ser de tercer nivel

Con 30 camas censables en el área de hospitalización y 30 más para otros servicios médicos, el Hospital General “San Carlos” de Tizimín y la clínica del IMSS, son los dos únicos lugares públicos donde se atienden a pacientes de esta ciudad y de otros municipios del oriente que llegan por distintas atenciones al igual que emergencias o cirugías, según sea el caso. 

Mucho se ha hablado, y más en las campañas políticas, de las necesidades apremiantes para que Tizimín cuente con un hospital de tercer nivel; el “San Carlos” no cuenta con una sala de terapia intensiva, pero ahí trabajan pediatras, ginecólogos, internistas, anestesiólogos, ortopedistas, enfermeras, entre otros especialistas, además de los administradores. 

Si tomamos en cuenta la atención que les brinda a las mujeres embarazadas que están por dar a luz, nos encontramos con un sinnúmero de traslados a Mérida. 

De acuerdo con el director del nosocomio, Dr. Herbey Adrian Moreno, dentro de la planta laboral hay 8 ginecólogos, los cuales según el horario están asignados 2 en la mañana, 2 en la tarde, 1 por guardia y 2 en fines de semana. 

De manera que el hospital no puede quedarse sin ginecólogos, acentuó el médico. Entonces, ¿por qué se les envía a Mérida? 

La respuesta, explicó, es porque la mujer que dará a luz presenta una patología de fondo o agregada, por ejemplo se le eleva la presión, tiene un problema renal o cardiaco y, desafortunadamente, el hospital no cuenta con esas “superespecialidades”, pues es de segundo nivel. 

Las quejas que han externado las familias es lo caro que cobran un traslado que oscilan entre los 3 mil pesos, mismo que no cubre el Seguro Popular y debe cubrirse esa cuota que asciende cuando el hospital no tiene disponible una unidad y recurre a otras instituciones como la Cruz Roja. 

El Dr. Adrián Moreno informó que el “San Carlos” únicamente tiene 2 ambulancias y en convenio con los Ayuntamientos de los municipios que atiende se apoyancon los traslados en sus unidades particulares.

Igualmente dijo que la mayor parte de las quejas son del área de urgencias y, según el médico, no es por falta de atención sino por la gravedad del paciente. 

A eso se le llama, comentó, “uso racional de los servicios de urgencia” porque en cada clínica pública existe un letrero donde indica a quienes se les da prioridad, por ejemplo no se puede comparar a una mujer a punto de dar a luz o alguien que está desangrándose con una persona que llega con dolor de cabeza y exige atención. Existen clasificaciones, puntualizó. 

En enero de 2015 se inauguró la Posada AME (Atención a la Mujer Embarazada) que vino a mejorar el servicio de atención, se trata de un lugar donde la mujer realiza ejercicios a unas horas de dar a luz y, en el caso de las que provienen de comisarías no tengan que regresar a sus casas porque no tienen donde quedarse en la ciudad. 

En el área de urgencias le preguntamos a algunas personas como son tratadas y dijeron que no tienen queja, solamente que la información de los médicos es un poco tardada. Hay que esperar, comentaron. 

NotiRASA