¡Felicidades mamá!

Detrás del milagro de la vida se yergue ella, mujer única, mujer amada y respetada. Todo cuanto somos tiene su origen en la intimidad de la mujer a la que con amor le decimos mamá.
En este día, las flores, la llamada, el recuerdo, los abrazos, los besos, algún regalo. Todos estos gestos tienen por objeto recordarle a la mujer que nos vio nacer que aún extrañamos aquellos días en que el mundo era tan solo sentirnos parte de ella, aquel mundo cuyos problemas terminaban en el cobijo de sus brazos. Con su presencia partían los miedos, con su cercanía desaparecían los fantasmas, con su mirada se alegraba el día y con su sonrisa vibraba el alma.
Todavía hoy en día, su presencia significa anclaje para la familia. Sus palabras son certidumbre y su vida, nuestra esperanza.
El 10 de mayo está escrito en el corazón de cada mexicano como una fecha sin igual para departir con ella. Es una fecha que renueva la alegría al darle de nuevo las gracias. Es un instante para decirle que la queremos, que la reconocemos, que por siempre le estaremos agradecidos y que no existe regalo alguno que pueda comprar el milagro que nos dio a luz. Deuda eterna para con ella, la mujer que nos llamó a vivir esta increíble experiencia llamada vida.
Y por eso hoy, todos lo que colaboramos en Cadena Rasa solamente podemos decir ¡Gracias mamá! ¡Felicidades, en tu día!