Este 11 de abril el IMSS Yucatán conmemora el día mundial del parkinson

La enfermedad de Parkinson (EP) es un problema de tipo degenerativo del sistema nervioso central del ser humano que clínicamente se distingue por la presencia de temblor, lentitud en los movimientos, rigidez de las extremidades y del cuello, así como dificultad para caminar y mantener la postura, indicó el doctor Jorge Martínez Torres, jefe de Servicios de Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán.

En el año de 1997, la Organización Mundial de la Salud (OMS), estableció el 11 de abril como el Día Mundial del Parkinson; aunque no se saben las causas exactas que originan esta enfermedad, se asocia a factores genéticos, ambientales, envejecimiento y apoptosis -muerte celular programada-.

Puede afectar tanto a hombres como mujeres de todas las razas y clases sociales y se manifiesta generalmente entre los 50 y los 70 años de edad.

La enfermedad de Parkinson es un tipo de trastorno del movimiento. Puede ocurrir cuando las células nerviosas (neuronas) no producen suficiente cantidad de una sustancia química importante en el cerebro conocida como dopamina.

Los principales síntomas de esta enfermedad son: temblor en reposo, rigidez, lentitud o pobreza en los movimientos, entumecimiento o inmovilidad postural.

Contrario a lo que se podría pensar, el temblor se considera como un síntoma benigno, ya que la evolución de las y los pacientes en quienes predomina es menos incapacitante y progresiva que cuando existe rigidez o lentitud como síntoma principal.

Cuando existe la rigidez y lentitud se le conoce como “Fenómeno de congelamiento” en la que los pacientes caminan a pasos cortos y lentos, además tienen la sensación de que sus pies se quedan pegados al intentar caminar. Este fenómeno es incapacitante e incluso peligroso, ya que representa una fuente importante de caídas.

En el IMSS Yucatán, al paciente con la enfermedad de Parkinson, además de ser atendido con tratamiento médico, se le otorga rehabilitación y apoyo nutricional, con el objetivo de mejorar su calidad de vida y la de sus familiares.

Se recomienda que si se presenta alguno de los síntomas mencionados, acuda a su clínica de adscripción. Una vez realizado el diagnóstico, el paso siguiente es dar un tratamiento que permita la mejor funcionalidad, esto dependiendo de cada paciente  y su historial clínico.