En 15 años 70 mil personas han dormido en la Casa del Migrante

31 de enero de 2013

En 15 años 70 mil personas han dormido en la Casa del Migrante

En 15 años de trabajo en Tapachula Chipas atendiendo a los migrantes centroamericanos que arriban a México vía la frontera sur, el padre y misionero scalabriano Flor María Rigoni ha recibido a unas 70 mil personas que tiene como objetivo cruzar la gran valla de metal que divide México y Estados Unidos.
De esta población ambulante el 20%, calcula el padre Rigoni, son mujeres las cuales en su mayoría no consiguen su objetivo y terminan laborando como servicio doméstico en el mejor de los casos, aunque una gran parte cae en las redes de la trata de personas.
La trata es un problema que para el sacerdote de origen italiano y ganador del Premio Nacional de Derechos Humanos 2007, es la punta del iceberg de una situación que parece haber encarnado en la tierra mexicana y que representa sólo una de las caras del crimen organizado.
Flor María Rigoni inició su trabajo con los migrantes en México hace 28 años, cuando llegó a Tijuana Baja California y fundó la primera casa del migrante, perteneciente a la red de casas de los misioneros scalabrianos italianos.
En es Tapachula donde su labor se ha maximizado y en la casa del Migrante aloja como cupo máximo a 45 migrantes, con secciones para hombres, mujeres y familias que reciben durante su estancia atención médica y alimentos.
Cuenta el Padre Rigoni que en su mayoría los centroamericanos, que representan el 99% de la población que reciben, permanecen unos tres días y continúan su camino. Tiempo en el que se les orienta y en muchos casos se evita caigan en las redes de la trata.
El sacerdote italiano trabaja siguiendo la máxima del fundador de su congregación, Juan Bautista Scalabrini.

De esta población ambulante el 20%, calcula el padre Rigoni, son mujeres

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