Migrante huye de Honduras para proteger a sus hijos

Ya no es solo una caravana, son varios grupos de migrantes los que han salido de Honduras con el objetivo de entrar a Estados Unidos. El número de personas  provenientes del país centroamericano que circulan por México para llegar al gigante del norte es incierto. Las autoridades migratorias de Honduras reporta ron que más de cuatro mil decidieron regresar a su país de origen. Las demandas de estas personas son inseguridad y pobreza.

En esta historia surge reiteradamente la palabra “Maras”. Las maras son pandillas que operan en América Central y del norte. Son reconocidos por poseer un lenguaje único, con cuerpos tatuados y por propagar en el territorio una ola de terror y crímenes.

En NotiRasa, pudimos contactar a una hondureña que recientemente salió de su país para escapar de la vorágine de las Maras. Ella actualmente se encuentra en un punto de México que no revelaremos y de acuerdo con sus palabras, no formó parte de la caravana. Ella con sus dos hijos, salieron antes que se formara este movimiento…

“Yo emigré porque mis hijos ni siquiera estudiaron porque los Maras lo querían sacar del colegio y meterlos a las maras, y yo hace poco le dije una mentira porque le dije que hace un año vine pero yo acabo de llegar porque uno de mis hijos me lo querían matar”

Las maras más famosas en el mundo son los salvatruchas y los 18 por ocupar las calles de los Ángeles, en Estados Unidos, pero hay más y la mayoría tiene sus orígenes en El Salvador y Honduras. Esta madre desesperada asegura que de no haber emigrado, hoy probablemente estuviese enterrando a sus descendientes…

“Me fueron a amenazar a mí, a mi casa, y me dijeron que si yo no dejaba que mis hijos entraran a las maras que lo iban a matar y yo sufría mucho, y yo le dijo ¿Hijo qué hago? Yo me estoy muriendo en vida, me quieren matar a mis hijos y me dijeron que le iban a cortar una oreja porque era solo una lección que le iban a dar”

Afortunadamente para ella, el mayor de sus hijos se encuentra en México, y él consiguió ayudar a su progenitora y sus hermanos…

“Sáquelo mamá del colegio y me envió un dinero y yo me vine de emigrante arriesgando también que me fueran a sacrificar porque nos venimos por el monte. Y luego allá la vida está muy dura porque trabajo para los chiquitos no hay y también me dicen que no hay trabajo para mí porque ya estoy mayor”

Al igual que los miles de hondureños que conforman la caravana, el objetivo de esta señora era llegar a la tierra del Tío Sam en busca del anhelado sueño americano…

“Yo le dije a mi hijo quiero sacar papeles para irme a Estados Unidos, esto está muy duro, está muy cruel yo ya no quiero esta vida para mí.  Él me dijo vamos a ver que vuelta le podemos dar porque mi chiquito tiene 19 y el más chiquito tiene 17 años”

Esta ciudadana de origen hondureño relató que para salir de su casa tampoco fue fácil. Recuerda que lo tuvo que hacer en la obscuridad para que no fuese avistada por las maras. Luego de seis días de travesía, llegó a su destino provisional o permanente, debido a que ni ella misma conoce cuál será su  nuevo lugar de residencia…

“Yo salí a escondidas de la casa aterrada y luego me dijo una vecina que a ella le metieron fuego a su casa y me dijo que me iban a buscar para meterme fuego a mí a  mis hijos porque nos escapamos. Yo le dije a la vecina no vaya a decir donde estoy porque son capaces de venirme a buscar”

Nuestra entrevistada asegura que la situación se ha tornado peor en el país centroamericano desde que Juan Orlando Hernández ocupó la presidencia…

“Creo que él ha traído toda la desgracia a Honduras porque la delincuencia está más fatal porque a las puertas de tu casa te matan. Ahora me mandaron una foto de una amiga que le mataron a su hijo. El muchacho ni siquiera salía porque tenía miedo y se lo mataron”

Además del peligro de las maras, describe una situación económica muy precaria…

“La economía, no comes, no puedes vestirte, no puedes comer, porque no hay dinero, no hay trabajo en exceso, qué hacen estos jóvenes, intentar para irse a Estados Unidos”

Aunque no forma parte de la caravana, su historia es similar a esos miles de hondureños que buscan un mejor futuro para ellos y sus hijos.