El testamento: una fuente de tranquilidad

La mayoría de las personas cree, que firmar un testamento significa una sentencia de muerte. Esta es una idea totalmente errónea.

El notario Said Escalante Barbosa nos habla acerca de este importante documento.

“Un testamento se debe de realizar porque primero que nada conduce hacia la tranquilidad y la seguridad jurídica de la protección del patrimonio del testador en virtud de que queda bien definido el futuro que él desea que tengan sus bienes al mismo tiempo de que le evita en una gran medida que una familia se fracture por una disputa patrimonial cuando no queda asentado en un documento cual es el futuro de los bienes” comentó.

Escalante Barbosa no clasifica los testamentos entre caros y baratos, ya que si se potencializan los costos económicos que se generan por no realizarlos, encontraremos que sale mucho más barato.

Existen dos tipos de testamentos y cada uno tiene diferentes precios. Existen en el primero grupo los testamentos Ordinarios, que son de tipo público abierto y los hológrafos.

“El testamento público abierto que es el que se otorga ante un notario público en donde el testador en compañía de tres testigos le dicta o le expresa al notario su voluntad, tiene un costo aproximado de $1,500 - $1,800 pesos en este mes, en el mes de septiembre tenemos otro testamento en la legislación del estado, que es el testamento hológrafo que es el que es redactado de puño y letra del testador ante la dirección del archivo notarial ese testamento tiene un costo aproximado de $220 - $230 más o menos” indicó.

También existen los testamentos especiales que pueden ser de tipo Militar, Marítimo y los realizados en un País extranjero.

Un testamento no tiene caducidad, a menos que se revoque o se entregue uno nuevo. Entre las cosas que podemos testar se encuentran los bienes inmuebles, muebles, derechos y acciones. Y lo que no está permitido, es establecer condiciones de imposible cumplimiento para los herederos.

Todas las personas pueden realizar un testamento, a excepción de los menores de 16 años, aquellos que padezcan un trastorno mental transitorio o permanente y las personas sordomudas que no sepan leer o escribir.

Es vital acercarse a un despacho notarial, para recibir  la asesoría adecuada para saber qué es lo que más le conviene.