El padre de un pequeño herido con bala en un cine, exige congruencia en el caso
14 de noviembre de 2012
El padre de un niño que murió por un balazo en la cabeza que recibió mientras veía una película en un cine de Iztapalapa exige a la PGR y a la empresa operadora de salas cinematográficas esclarecer el caso enredado entre el misterio, la negligencia, la indiferencia e incongruencias.
La noche del 2 de noviembre pasado, día tradicional de asueto escolar, el niño Hendrik Cuacuas fue a ver una película a los cines de Plaza La Ermita, de Iztapalapa. Durante la función, su padre y su hermanito vieron que el pequeño de 10 años empezó sin causa aparente a convulsionarse.
“Más o menos media hora después de que había entrado a la función, escucho algo que pasa rosando en mi oído así como corta el viento, en ese momento volteo y veo a mi hijo convulsionando, trato de que me hable, que reaccione y que me responda” indicó.
El padre del niño, el señor Enrique Cuacuas, narra que nunca se aplicaron protocolos de seguridad y emergencias en la sala de Cinepolis. El niño, que fue herido con una bala de origen desconocido en el cine, fue atendido en un hospital de alto nivel tres horas después del disparo. Ni empresa ni las autoridades judiciales parecen tener voluntad de detener al asesino o asesina.
“No me han mandado noticias de que es lo que pasa con el caso, nadie mas de todo esto se ha puesto en contacto conmigo, ni gente del cine no ha habido ningún interés en lo mas minimo por el caso y gente de la procuraduría, nos dijeron que no todavía no les han turnado el caso” señaló.
Mientras algunos medios hacen del dolor de la familia Caucas un espectáculo, la sociedad se pregunta a qué se debe que no se cerró la sala al ver a un niño herido en el interior, ya que si alguien mete clandestinamente una bolsa de papitas rápidamente es detenido.
El disparo silencioso contra el niño Hendrik Cuacuas despierta el fantasma del terrorismo en las salas de cine en México. Se pregunta cómo es que no se han revisado los vídeos de las cámaras de seguridad del cine. Don Enrique Cuacuas lamenta las versiones incongruentes de las autoridades y la empresa de cine.
“La Funeraria lleva al niño a la Semefo que es donde le hacen la necropsia, donde tengo entendido que le sacaron la bala, que era un arma pequeña, una bala grande, no sé de qué calibre pero que era grande” comentó.
El niño Hendrik Cuacuas Caucuas alzó el vuelo en un hospital privado, que cubre el seguro de su padre, el 4 de noviembre. Su padre exige dar luz al caso a la PGR y a la compañía de cine que parece que se hacen a las mismas.
“Que se detenga el criminal para que no vuelva hacer daño, también que dios lo bendiga porque no va a encontrar perdón en su corazón, pero que no le vuelva hacer daño a nadie más” recalcó.
Durante la función, su padre y su hermanito vieron que el pequeño de 10 años empezó sin causa aparente a convulsionarse.