El Pacto por México

La presencia de profesores de la CNTE como miembros de una banda de secuestradores en Oaxaca; la toma de camiones en Michoacán; el surgimiento de grupos armados de autodefensa; la identificación de un grupo de individuos que han estado presentes en todas las manifestaciones violentas que se han suscitado recientemente; los comentarios de los gobernadores de Guerrero y Michoacán informando de la presencia de grupos guerrilleros en sus estados son focos rojos que debe afrontar el gobierno federal y que mantiene preocupada a la ciudadanía.
La descomposición del tejido social ha venido acompañada de un incremento de crímenes y violencia que padecemos los mexicanos. Los dimes y diretes afloran por todas partes pero en general resuenan tres: ¡Ya estamos hartos! ¡Hagan algo! y ¡Es culpa del otro!
Aunque quizás, los más dañinos sean aquellos gritos que critican lo que se hace y lo que no se hace. Si se hace algo entonces dicen que fue inútil, que fue un mal gasto, que era una cortina de humo. Si no se hace nada, entonces vienen los reclamos a la inacción, los rumores de estar coludidos o simplemente la exhibición de la ineficacia.
Quizá sea el momento de cerrar filas, de confiar en quien posee la mejor información, las mejores herramientas y un panorama global del asunto: nos referimos a la institución presidencial.
Por ello es de aplaudirse el Pacto por México y el sentido de oportunidad y responsabilidad que han mostrado los presidentes del PAN, Gustavo Madero, y del PRD, Jesús Zambrano. De igual manera, sorprende la irresponsabilidad de Ernesto Cordero al presentar una propuesta de reforma electoral distinta a la de su partido. Con su propuesta sumó a la división en lugar de aportar a la unión que tanto requiere el país.
Ernesto Cordero es un mexicano privilegiado que tiene la posibilidad de proponer cambios a la reforma en el Senado, pero sus ganas de protagonismo, su incapacidad de hacer equipo y quién sabe qué otro interés particulares lo llevaron a mostrar una vez más el cobre y generar incertidumbre en la opinión pública en momentos en que México requiere de funcionarios, políticos y mexicanos que realicen consensos.
Es el momento de confiar en el Pacto por México, en los esfuerzos que realiza el presidente Enrique Peña Nieto y los presidentes de los tres principales partidos políticos. Es momento de facilitarles llegar a consensos que sirvan de directriz para que todos los mexicanos jalemos parejo.