El fuero que protege a funcionarios tiene límites, advierte la PGR

En México hay reportes de alcaldes violentos que golpean hasta a su propia madre, como Armando Alonso Rosas, del municipio de Aquila, Michoacán. En la lista está José Domingo Arguelles Ruiz, del municipio Las Rosas, de Chiapas, quien con apoyo de otro funcionario y un policía golpeó a su esposa.

El último caso lo protagonizó el 20 de diciembre Hilario Mendoza Benitez, alcalde priista del municipio Tepehuacán de Guerrero, quien pateó en el estomago, rostro y ocasionó una fractura de mandíbula a su esposa María Virginia Ortiz Monroy.

Para conocer cuáles son los límites del fuero que protege a los funcionarios públicos elegidos mediante una elección popular entrevistamos al titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delitos Federales de la PGR, abogado Cleominio Zoreda Novelo, quien enfatizó que esta protección constitucional no es garantía de impunidad contra delitos que pueden cometer alcaldes, diputados locales y federales y senadores.

El funcionario yucateco explicó que el fuero es una protección que las leyes ofrecen para que un funcionario elegido por el voto exprese sus ideas sin restricciones y desempeñe actividades relacionadas con su cargo sin tener que afrontar juicios por esas acciones.

En el caso que algún alcalde golpee a una persona puede ser considerado delincuente del orden común. El fuero no impide que sea denunciado o llamado a responder por sus acciones contra la ley. Sin embargo, Zoreda Novelo aclaró que no puede ser encarcelado mientras no sea desaforado mediante un proceso que inicia el Poder Legislativo.

El titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delitos Federales señaló que no cree que un edil sea desaforado por golpear su esposa, a menos que está sea una conducta reiterada.

El funcionario de la Procuraduría General de la República manifestó que un alcalde, diputado o senador puede ser desaforado cuando su conducta rebasa los límites de lo permitido, como asesinar en el momento de su encargo público. El fuero o impunidad de ser encarcelado de un funcionario elegido dura mientras esté en su cargo.