El fallecimiento del menor en el estado de Jalisco no deja de ser escalofriante y para la reflexión

Aunque parecería un caso aislado de la violencia que se vive algunas escuelas de nuestro país, el fallecimiento del menor en el estado de Jalisco no deja de ser escalofriante y para la reflexión. Al parecer este pequeño sufría acoso y violencia por otro estudiante de su primaria. Las consecuencias resultaron fatales, un niño muerto, una familia destrozada y una sociedad consternada.
A este lamentable caso se suma otro, que afortunadamente no tuvo un trágico desenlace. El pasado fin de semana en Michoacán, socorristas impidieron que un niño de 12 años se suicidara lanzándose de una azotea, el pequeño argumento “que sufría de bullying”. En Hidalgo un niño ingresa armado a su primaria.
Algunos expertos mencionan que esta violencia no es otra cosa que una extensión de lo se vive en los hogares, llámese acosador o víctima. Tan grave el uno como el otro. Otros afirman que esta violencia es resultado de los programas que consumen a diario nuestros niños, vía televisión, videojuegos o Internet. El problema es sin duda más complejo, no se puede reducir a un sólo ámbito, al señalar una sola causa se descuida otra. Este problema germina en todos los niveles sociales y se ha convertido en una patología.
En el sentido de los contenidos televisivos, el acoso escolar se ha convertido en un tema de suma importancia para algunos medios que tienen interés de mantener sus audiencias, de no ser apreciados de insensibles o peor aún, de ser calificados de contribuir con sus programas a sumar puntos al problema. Recientemente Televisa lanzó una campaña para concientizar a las familias contra el bullying. Se pueden apreciar estos promocionales en las salas de cine.
A manera de abrir el sano debate de las ideas preguntamos ¿la nueva reforma en Telecomunicaciones habrá de traer mejores contenidos para las familias mexicanas o será pan con lo mismo?. Su opinión amable radioescucha siempre será fundamental para saber en qué dirección nos movemos.