Editorial del 5 de marzo de 2012.

08 de marzo de 2012

Editorial del 5 de marzo de 2012.

Hace seis años, Andrés Manuel López Obrador no aceptó ser entrevistado por personal de Cadena RASA, Yucatán. En aquel entonces, el Por Esto publicó una nota en la que López Obrador comentó que los únicos que hacían un periodismo confiable en la Península era Gastón Alegre, propietario de la Súper T en Cancún y Mario Renato Menéndez, propietario del Por Esto. En aquel entonces, las críticas de López Obrador hacia los medios hacía pensar que, de llegar al poder, expropiaría a favor del estado la radio y la televisión mexicanas. De alguna manera, es lo que ha sucedido en Venezuela con los medios que no son del agrado del presidente Hugo Chavez. Seis años después, recién en su mensaje semanal por Internet, Andrés Manuel López Obrador, anuncio que no expropiará Televisa ni TV Azteca. Este es un paso más que el precandidato de las izquierdas a la presidencia de la república da, al parecer, para mostrar que no desea ser visto como beligerante, que ya no tiene ganas de destruir, que no desea hacerse de más enemigos. Por otro lado, el yucateco Emilio Gamboa Patrón, comentó a IMPACTO, mientras regresaba del estado de Hidalgo, que López Obrador subirá en las encuestas hasta el segundo lugar apenas inicien las campañas. Este tipo de comentarios son parte de las noticias propias del periodo de Inter campaña, las cuales permiten que no todo quede reducido a los datos que arrojan las encuestas, que por cierto, en su mayoría siguen dando la ventaja a Enrique Peña Nieto, seguido aún de lejos por Josefina Vázquez Mota y dejando en el último lugar, con casi un cero, a un señor llamado Gabriel Quadri.

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