"De regreso de vacaciones..."

04 de septiembre de 2018

"De regreso de vacaciones..."

Estas vacaciones, fueron tan agradables que ya se extrañan, sin embargo, ante tanto suceso, también es un gusto y honor poder compartir varios de los asuntos que han sucedido. Tantos y tan variados que es difícil decidir por cuál empezar.

Lo que más me sorprendió a lo largo del verano es la increíble tersura con la que se han dado las distintas etapas de entrega-recepción en los diferentes niveles de gobierno, incluyendo los alabos de Trump a nuestro presidente electo Andrés Manuel López Obrador.

Entre los restos del espejo observo que a nivel nacional las grandes molestias son la violencia y la corrupción. Por otro lado se reflejan las voces de cientos de políticos, que invaden el escenario nacional, prometiendo que acabarán con la corrupción… algunos mexicanos lo desean, la mayoría transita su día a día en la incredulidad o en la desconfianza.

Un pedazo de espejo refleja podredumbre en la política chiapaneca. La élite que tan bien describiera Rosario Castellano sigue amamantándose del estado manteniendo a la población originaria explotada y en la pobreza.

Del lado veracruzano, se reflejan voces de apuestas que preguntan por el futuro de Miguel Angel Yunes. Muchos lo desean en la cárcel, para que incremente la lista de ex gobernadores detenidos. Hay quien apuesta por la revancha de Elba Esther Gordillo contra su otrora pupilo, por la traición que le ocasionó. El intento de Yunes por ponerse un fiscal a modo que le cuidara las espaldas a su salida, no fructificó ¿acaso hubo en ello alguna obscura negociación?

Sin embargo, lo más indignante sigue siendo la violencia local, de poblaciones que cada día hacen más injusticias de propia mano creyendo que instalan justicia.
Siguen existiendo casos de criminales que sueltan por falta de pruebas o por no realizar el debido proceso. Mucha gente molesta, se hace justicia por propia mano, llegando a quemar inocentes, que es justamente lo que trata de evitar la justicia oral: inculpar al inocente.

En el sistema anterior, los ciudadanos éramos culpables hasta comprobar lo contrario, en el actual, somos inocentes hasta que se demuestre la culpabilidad.

El linchamiento de padre e hijo, quemados con gasolina, en un pueblo del estado de Puebla, debiera causarnos indignación. Con tristeza veo que en las redes, la gente se enardece e indigna por cuestiones menos importantes… incluso a veces, por cuestiones sin importancia. Y yo me pregunto ¿qué sociedad estamos construyendo?

 

Nota escrita por

Bernardo Laris

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