Comienza la "Guerra de Sillas"

Del 4 al 17 de febrero serán  las preinscripciones para los niños y jóvenes en edad de cursar el  nivel básico, es decir, de preescolar a secundará, para el curso escolar 2016-2017, por lo que, como cada año, padres de familia salen de sus hogares para hacer largas y maratónicas filas a las puertas de diversos planteles, con el objetivo de “ganar un lugar” para sus hijos.

Aunque parezca increíble desde los últimos meses del año pasado algunos padres de familia han tomado por “asalto”  diversas escuelas, colocando y amarrando sillas, cada una con el nombre de su hijo o hijos, a las puertas de los planteles, debido a la preocupación general entre los tutores por la falta de espacios o de cupo.

El Secretario de Educación Víctor Caballero Durán indicó que los padres de familia no están en la “necesidad” de realizar dicha acción, puesto que en el estado está asegurada la cobertura universal, es decir, hay cupo garantizado para todos los niños y jóvenes que deseen cursar el nivel básico.

“Todos los niños tienen garantizado un espacio educativo, es nuestro obligación, esta preinscripción nos permite conocer las necesidades, saber dónde se necesitan más espacios, quizá crear más turno, pero el hecho de que las personas que hagan esto, pues no es necesario en cuanto a la posibilidad de crear un espacio educativo”.

Agregó que se ha detectado que en Mérida, existe un catálogo de unas 40 escuelas que año con año reciben una sobredemanda de solicitudes, pero es gracias a esta etapa de las preinscripciones, en las que se pueden tomar la decisiones pertinentes para, de ser necesario ampliar los planteles, construir nuevos o abrir más  horarios.

“Hay aproximadamente 40 escuelas que por los lugares donde están o su prestigio tienen una sobredemanda, es decir hay más solicitudes que espacios y es ahí donde los papas buscan como generar los espacios, yo les diría que no se preocupen, porque los niños tienen garantizado su lugar, no es necesario que hagan esas filas, porque siempre hay opciones”.

El problema, indican los padres de familia, no se limita solo al cupo, es decir, un espacio en las escuelas, sino a la ubicación de las mismas, pues todos buscan que sus hijos acudan a las escuelas más cercanas a sus hogares y, es ahí donde inicia la competencia por los lugares