Cierran Cendis de Progreso y Motul

En un comunicado emitido por el ISSTEY informa que los Cendis de Motul y progreso cerraran sus puertas a partir del próximo ciclo escolar 2015-2016, en perjuicio de 82 niños que asistían a este centro, el motivo que dieron a conocer es que estos Cendis operaban por debajo de su capacidad, el CENDI 8, de Progreso, laboró con 45 niños el ciclo 2014-2015, cuando tiene capacidad para 195 niños, lo que significa que este CENDI operó al 23% de su capacidad, y el de Motul el CENDI 9, operó con 37 niños teniendo capacidad para 180, esto es una operación a un preocupante 20% de su capacidad.

Otro factor que influyo en la decisión de cerrar estos Cendis fueron las bajas de solicitud de servicios de guardería ya que en el próximo ciclo 2015-2016 se esperaría tener 17 niños en el caso de Progreso y 15 niños en el caso de Motul, lo que significaba un porcentaje de ocupación del 8.7% para Progreso y de 8.3% para Motul, por lo que Operar CENDIs con una ocupación infantil muy por debajo de la capacidad máxima es caro e ineficiente, además que contraviene indicadores y recomendaciones asimilables para este nivel de servicios emitidas por autoridades educativas en lo que respecta a un mínimo en la densidad de ocupación, esto es, cuál es el mínimo número de niños que se debe atender por sala o salón.

En el comunicado afirman las autoridades del isstey que mantener abierto los Cendis implicaría un aumento en los costos por niño , en Progreso el costo por niño fue de $6,275 pesos en el ciclo pasado, mientras que en Motul alcanzó los $6,512 pesos. Para el siguiente ciclo –el que empezará el 1 de septiembre- el costo por niño (resultado de dividir el costo de operación fijo del CENDI entre la población atendida) se estima que ascendería a un aproximado de $12,711 pesos en Progreso y a $10,026 en Motul, un costo apenas menor al de una colegiatura mensual en una licenciatura del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).

Para finalizar el documento dice que esta situación es claramente insostenible y no recomendable para las finanzas del ISSTEY, ni para la prestación en el largo plazo de sus servicios esenciales, como lo son los servicios médicos y de pensiones.