Cada día más venezolanos viven en Yucatán

Su acento lo delata. Vicente Chaguan tiene tan solo un año viviendo en Mérida y se estableció en tierras yucatecas, sin pensarlo y mucho menos sin programarlo. Este ingeniero civil vino para pasar solo unas vacaciones, pero al comparar la forma de vida de su desahuciada  Venezuela, con  Yucatán, lo llevó a iniciar su sueño americano, o en este caso, su sueño mexicano. Sin embargo, ese simple viaje de vacaciones, representó una carrera de obstáculos.

“Tuve que irme de mi estado a la frontera con Colombia, pasar a pie porque todo está militarizado y no permiten el paso de vehículos, luego tuve que agarrar otro avión a Bogotá, esperar 24 horas, hasta que llegué a Cancún”

Vicente agregó que en el aeropuerto de Cancún tuvo que afrontar la segunda parte de esta travesía. Es decir, recibir un trato diferente solo por venir procedente del país dirigido por Nicolás Maduro.

“Ver el pasaporte, no lo abrieron, por favor acompáñanos por este lado. Tuve bastante tiempo en la cabina de inmigración, hasta que ellos verificaron todos los datos y me dejaron pasar sin problemas”

Este venezolano dijo que la diferencia entre Venezuela y Yucatán es abismal. En cuanto a la economía y la seguridad. Esas dos razones le bastaron para tomar la decisión y empezar una nueva vida.

“El hecho que sin importar los títulos, los grados académicos un cuentan la adquisición monetaria no rinde, no alcanza para la canasta básica, ni para pagar los servicios como luz, agua. No rinde el dinero”

Sin embargo, no se puede comenzar una nueva vida y borrar el pasado. Vicente dejó claro todo lo que se quedó en el país suramericano y que extraña cada día…

“Deje atrás a mi mamá, deje atrás a mi perro, una casa que logré adquirir, dejé atrás mis títulos ya que nos es tan fácil obtener una apostilla y el gobierno venezolano cerró ese s ministerios para poner más piedras en el camino”

Tal como él mismo relata, al llegar a Yucatán, tuvo que olvidarse del título de ingeniería civil y sistemas. Ahora, su profesión es otra…

“Soy traductor. Doy clases particulares de inglés, con eso ha estado hasta ahora. Mi proceso migratoria ya está en la recta final.”

En sus palabras, el suramericano no esconde su asombro por los niveles de seguridad y tranquilidad, que marcan la cotidianeidad en Yucatán. Este tipo de vida, ha hecho que en su pensamiento regrese la esperanza de un mejor futuro, el cual, se mantiene esquivo en su país natal.

“Podría esperar dos cosas. En México espero crecer, tener una familia acá tranquilo en un sitio seguro como este, en que no hay delincuencia como hay en Venezuela. Si regreso a Venezuela, sería para colaborar en una posible reconstrucción del país”

Vicente es tan solo uno de más de mil venezolanos que se encuentran en la actualidad en Yucatán, en busca de un mejor presente y un futuro esperanzador para sus hijos. Entretanto, en su país de origen, la crisis política y social ha entrado en un túnel muy obscuro, al cual aún no le llega el primer rayito de luz.