Arquidiócesis denuncia a personas que se apoderaron del Patria

11 de noviembre de 2015

Arquidiócesis denuncia a personas que se apoderaron del Patria

La Arquidiócesis de Yucatán rompió total y absolutamente con el Instituto Patria y prohibió a cualquier sacerdotes diocesano o religioso efectuar algún acto de culto en esa institución o a favor de ella, como consecuencia de un pleito legal por la posesión de dicho centro educativo que quedará en manos de particulares, de acuerdo con un documento suscrito por el propio arzobispo don Gustavo Rodríguez Vega, leído este domingo por lo menos en dos iglesias durante las misas dominicales: María Inmaculado y Nuestra Señora de Líbano.

En resumen, el documento recuerda que el Instituto Patria fue construido con aportaciones de diversas asociaciones y grupos de matrimonios cristianos y como las circunstancias de entonces así lo requerían se integró una asociación civil para erigirlo,  mas ahora sus integrantes se niegan a transferir las instalaciones a la Arquidiócesis de Yucatán, con el argumento de que se trata de una empresa privada.
En aquella época las iglesias no eran reconocidas por el Estado y, en consecuencia, no podían poseer bienes, por lo que recurrían a la figura de asociaciones civiles conformadas por laicos. Posteriormente, al reformarse la Constitución, surgió la figura de asociaciones religiosas, a las que se les concedió la potestad de adquirir propiedades, pero sin poder enajenarlas.

 El Paria ocupa un terreno de 6 hectáreas, obtenido a precio preferencial durante la administración de Dulce María Sauri Riancho; fue inaugurado en 1991, proporciona instrucción desde el nivel básico hasta el superior,  cuenta con unos 1,300 alumnos y hasta la fecha aparecen como directivos los esposos David Abraham Achach y Susana Aguilar Covarrubias, así como María Elena Sosa Roche, entre otros.

El documento de referencia dice lo siguientes:


Estimados feligreses:


Es de todos sabido que por el impulso de nuestra diócesis y coordinados por monseñor Álvaro García Aguilar, un grupo de muy distinguidos matrimonios católicos de esta ciudad se dieron a la tarea de cumplir el sueño anhelado de contar con una institución educativa que brindara a niños y jóvenes un espacio no sólo de información, sino sobre todo de formación en el mayor grado de excelencia para desarrollar en ellos sus mejores capacidades, pero bajo las enseñanzas de nuestra Santa Madre Iglesia y los altísimos valores que los cristianos estamos obligados a preservar.


La feligresía particularmente de la parroquia de María Inmaculada de esta ciudad y no pocos bienhechores, junto a sus impulsores, no escatimaron recursos tanto materiales como de participación directa en esta iniciativa y al fin se pudo contar con el Instituto Patria.


Todas las personas e instituciones —incluyendo el Gobierno del Estado de Yucatán, que fijó un precio preferencial al terreno para su venta que ocupa dicho Instituto por tratarse de una obra educativa en manos de Arquidiócesis de Yucatán— pusieron muchos granitos de arena para la adquisición de los espacios y las construcciones que hoy componen ese centro educativo. Dadas las condiciones jurídicas de aquel momento se creó una asociación civil para cumplir con los requerimientos legales. Algunos de los miembros de esta asociación civil hoy, cuando la ley lo permite, se niegan a poner en manos de la Arquidiócesis de Yucatán dicha obra, viciando —de esta manera— la intención de todos los que contribuyeron con mucha generosidad a su creación.


Las muchísimas gestiones que tanto monseñor Álvaro García, su fundador y rector, como la Arquidiócesis de Yucatán, guiada por Mons. Emilio Berlie Belaunzarán, han hecho para motivar a algunos asociados que componen dicha asociación civil a corregir las graves fallas en la administración, que lo tienen al borde de perder los terrenos y las instalaciones, así como la reiterada petición a que dicha propiedad sea cedida a la Arquidiócesis –tal como fue la concebida por quienes la crearon- han fracasado. La Iglesia de Yucatán quiere perpetuar la obra educativa del Instituto Patria y respetar la voluntad de los donantes por lo cual respetuosa y reiteradamente por no pocos años ha insistido en este trámite de cesión dejando incluso en ellos la administración, y sólo ha encontrado una terca negativa aduciendo que es una empresa privada.

 


Por tanto, a partir de este momento decreto que la Arquidiócesis de Yucatán se separa total y absolutamente del Instituto Patria, finalizando su compromiso original de acompañamiento, enseñanza, asesoría y asistencia espiritual quedando prohibido para cualquier sacerdote diocesano o religioso efectuar cualquier acto de culto en dicha institución o a favor de ella.
Por todo ello, rogamos a todos ustedes sus oraciones, ayuda y consejo para salvar a este querido Instituto.

Nota escrita por

Subiria Duarte

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El Arzobispo prohíbe a sus sacerdotes y religiosos efectuar algún acto de culto en esa institución o a favor de ella

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