“Ya no se puede combatir el ruido con silencio”, manifestantes

Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, ruido se define como:

Sonido que molesta o incomoda a los seres humanos o que les produce, o tiene el efecto de producirles, un resultado psicológico y fisiológico adverso.

Este tema precisamente fue a exponer un grupo de vecinos de diferentes partes de esta  ciudad capital, en el “Miércoles Ciudadano”  organizado por el ayuntamiento de Mérida cada semana.

Esta vez no solo del primer cuadro de la ciudad si no en colonias ya enclavadas en la mancha urbana que crece exponencialmente día a día…

“Que se aplique el reglamento que nos mostraron en 2019 que abarca la problemática del ruido,  y entonces estamos sufriendo un montón ahora que ya la pandemia este permitiendo que los restaurantes, los bares y negocios abran, ahora nos están torturando, a la ciudadanía y la autoridad no nos ayuda”

 En las manos de una de las quejosas estaba la copia de este reglamento el cual compartió con el reportero, a la letra dicta que el límite de decibeles en  zonas residenciales es de 55  el máximo, nivel que a decir de los manifestantes se pasa a veces al doble en bares y cantinas…

“Contaminación acústica, ósea cualquier establecimiento que sobre pase los decibles permitidos por la ley, animales, maquinaria, construcciones, bares, salones de fiesta, vecinos irresponsables, ósea contaminación acústica”

Según los vecinos  durante diez días deben tener una mesa de dialogo con la autoridad municipal, donde se puedan ventilar posibles soluciones, el documento que dicta la cita estaba sellado de recibido por el ayuntamiento de Mérida y estos esperan que con este acercamiento haya buenos términos para ambas partes, pues no pretenden que cancelen los giros si no que respeten la ley en cuanto al nivel de decibeles.