Turbulencias
30 de mayo de 2013
Entre la turbulencia política que aqueja al país, se escucha al más puro estilo de Chente Fernández, a los perredistas que amenazan con congelar el pacto y están que se van, que se van y no se han ido.
Mientras tanto el priista Andrés Granier es requerido por la justicia y el muy vivo quiere mandar un representante, ya lo bateo el Procurador de Justicia de Tabasco, donde advierte que la justica no es como el beisbol; aquí nos aceptan relevistas. El químico Granier le hizo al alquimista y desapareció unos cuantos miles de millones de pesos; reza el refrán popular: el pez por la boca muere y una grabación puso al descubierto los excesos y lujos de los que gozaba el ex gobernador.
La grabación suena más a fuego amigo para calmar las aguas de tanta impunidad, que ajustes de cuentas entre paisanos.
Los que andan muy movidos son los senadores de movimiento ciudadano, empiezan a sacar las uñas con sus propuestas de forma electoral, que parece más bien medio componer a su conveniencia el tiradero que dejaron después del 2006.
Y por si fuera poco un magistrado, quien fuera nada más ni nada menos que Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Genaro Góngora Pimentel, mantiene a su pareja sentimental en la cárcel, a los hijos medio olvidados y toda su carrera y prestigio como escribiera Lopez-Dóriga tirado al retrete. Así se registra el mal tiempo político en los albores de junio.
Lo que también es un hecho, y ya nos alcanzó, es la temporada de huracanes, esos que dejan damnificados y desastres por donde pasa. Así de Bárbara es la naturaleza.
Es hora de tomar precauciones y estar pendientes de los reportes meteorológicos. Aunque a ciencia cierta no sabemos de quien cuidarnos más, de los desastres naturales o de los arrebatos políticos que nos tienen con el Jesús en la boca.
Editorial del 30 de mayo de 2013