Trabajadores de Salud, en Chiapas, mandan S.O.S.
31 de marzo de 2020
Aunque la guerra contra el COVID-19 apenas inicia en México, médicos y enfermeras de todo el país dicen estar listos para afrontar la batalla, solo piden una cosa; que las autoridades les brinden las armas necesarias para el combate.
En un artículo de la Silla Rota, se dio a conocer que un trabajador de salud en Arriaga, Chiapas muestra un cubrebocas que se transparenta, además sostiene un cartel en el que dice: “Con estos cubrebocas moriré en la trinchera, me estás enviando a la guerra sin fusil. También tengo familia y me necesita”.
Cabe mencionar que nuestro país apenas se encuentra en la fase dos de transmisión comunitaria de coronavirus y se prevé que el brote llegue a su etapa máxima de contagio el próximo 18 de abril. Los trabajadores del sector salud con quienes atenderán a todas las personas con este virus, pero algunos todavía no cuentan con los insumos, ni equipos necesarios para su protección.
De acuerdo a la información de la Secretaría de Salud, en los hospitales estatales hay 207 neumólogos, 174 infectólogos, 440 epidemiólogos, mil 284 personal de urgencias, más de 37 mil médicos generales y 112 mil 42 enfermeras.
En el Instituto Mexicano del Seguro Social son más de 67 mil 300 médicos, mil 126 de ellos están en terapia intensiva y 7 mil 540 en urgencias, así como 114 mil 601 enfermeras.A estos se suman los 16 mil 750 médicos que tiene la Secretaría de la Defensa Nacional y que formarán parte del Plan DN-III.
Pero el temor, es la falta de equipo e infraestructura lo que los tiene en pánico en muchos casos. Tan sólo en las últimas dos semanas, se han registrado protestas en varios hospitalesel país, donde los trabajadores denuncian falta de insumos básicos como jabón y gel antibacterial, además de esto, no cuentan con equipo de protección como son las mascarillas N95.
A todo esto, también se suma la falta de protocolos en varios de los hospitales que atenderán casi de manera exclusiva a personas contagiadas con COVID-19. A pesar de ello, los médicos y enfermeras están dispuestos a dar lo mejor de sí para hacer frente a esta pandemia.
Entre otros reportes que detalla el artículo, en el que médicos y enfermeras están denunciando en sus redes sociales el peligro; en Yucatán, un médico mostró fotografías el 22 de marzo pasado en una sala de urgencias del hospital del IMSS en Yucatán que refleja lo que es un día normal para los trabajadores, pero alertan del riesgo e que el servicio no sea suficiente ante la contingencia
Cabe mencionar que el sector salud ha informado que cuenta con 103 mil 663 piezas de respirador N95, más de 4 millones de guantes y cubrebocas, 32 mil litros de alcohol en gel y 5 mil litros de jabón líquido, pero además están en proceso de una compra extraordinaria para contar con más materiales.
Pero en lo que llegan los recursos, los especialistas de la salud buscan la manera de contar con el material que requieren para su labor, elaborando máscaras con botellas de pet y otros han hecho cubrebocas con tela y otros insumos. Ellos son los que van a librar esta batalla por todos los mexicanos.
Manuel Pérez Carrillo tiene 65 años de edad con 32 de experiencia en la medicina, tiempo en el que ha luchado contra epidemias contra el cólera en 1995, el dengue en el 97 y la de influenza en 2009. Este Dr. yucateco coordinará el área que atenderá a pacientes con síntomas del COVID-19 en el Hospital Regional de Alta Especialidad en el Estado y afirma que sentir miedo no es una opción y aunque sabe que estará en primera fila en la batalla, no desistirá a su labor.
El especialista aunque se declara dispuesto a trabajar las horas necesarias, confiesa que su labor siempre la realiza también pensando en su familia. Además de que dejar la bata blanca en el hospital al terminar el turno no es fácil, ay que aún al llegar a casa, tiene que aclarar dudas de los vecinos de la cuadra.
En otras ocasiones, Pérez Carrillo brinda charlas reconfortantes a su equipo en especial cuando existe alguna preocupación por desinformación.
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A través de sus redes sociales, médicos y enfermeras han externado su intención de pelear la batalla pero necesitan que las autoridades les brinden las armas que necesitan.