Trabajadores de la ferias, una vida nómada

19 de noviembre de 2015

Trabajadores de la ferias, una vida nómada

Año tras año, dentro de la Feria Yucatán Xmatkuil uno puede encontrar todo tipo de atracciones, juegos mecánicos, el circo, presentación de shows, venta de artesanía y de alimentos, por mencionar algunos, todo esto montado por un grupo de personas que viajan en su mayoría, por todo el país, para colocar todos esos atractivos.

Su vida es todo menos sedentaria, los dueños de los atractivos, no tienen un hogar fijo por más de un mes, son unos nómadas en búsqueda de nuevas ferias.

Ese es el caso de Ana, una joven de 25 años quien es madre de una pequeña de 2 y quien junto a su esposo administra dos juegos mecánicos que se presentan en las ferias.

Ana señaló que los viajes pueden ser largos y cansados, especialmente para su pequeña hija.

“Ahora viajamos mucho, venimos de Chetumal y de aquí nos vamos a Cancun, nosotros dormimos en casa de campaña, aquí bajo el juego, yo ahora como mi bebe tiene solo dos años pues no va a clase, pero cuando entre al kínder voy a tener que dejar de venir con mi esposo y pues los viajes si son algo complicados sobre todo por la bebe”

Agregó como madre, en unos años más, cuando su hija llegue a la edad escolar, dejara de viajar con su esposo para quedarse en su hogar en el Distrito Federal, para que la niña pueda ir a la escuela.

Esta es una realidad que muchas familias se enfrentan, comentó, puesto que con su estilo de vida, es muy difícil ‘establecerse’, y en algunos casos, cuando la familia no tiene donde quedarse, los niños deben continuar viajando con sus padres, hasta tener edad suficiente para ‘aprender el oficio’ y continuar con el trabajo.

Ella al igual que otros cientos de personas que trabajan en la feria, hacen de su hogar un pequeño espacio, desconocido para muchos, en las inmediaciones del recinto, al cual le llaman el campamento, ahí disponen de un área para colocar sus campers, cuentan con luz eléctrica y agua entre otros servicios, aunque algunos son insuficientes, indicó Julio, dueño de uno de los juegos mecánicos de la feria.

“En el campamento nos faltan algunas cosas, como llaves de agua y sanitarios, porque son pocos para la cantidad de gente que estamos ahí atrás que somos como unas 600 personas”

Julio, dueño del juego mecánico ‘el pulpo’, originario de puebla, señaló que el lleva viajando desde que tenía 17 años y a recorrido gran parte de la república.

 

Comentó que su juego, al ser uno de los más grandes de la feria le lleva todo un día poder armarlo y otro día completo volver a bajarlo, el gana en promedio mil pesos por vuelta, puesto que el juego tiene una capacidad para 25 personas y un costo de 40 cada uno.


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Los dueños o empleados de puestos y atracciones viajan constantemente por todo el país

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