Próxima curva… el debate.

El domingo 10 de junio la carrera electoral entrará a un segundo gran obstáculo, el debate, similar a una curva peligrosa, riesgosa, por la que tienen que pasar todos los competidores y en la que, frente a todos los árbitros y votantes, los corredores podrán lanzar aceite sobre el asfalto, púas para reventar al adversario, humo para obstaculizar la visión.
Terminando el debate, los panistas dirán que Josefina ganó, las izquierdas que López Obrador. El priismo que Peña Nieto ni se despeinó y algunos indecisos dirán que Quadri lo logró.
Al debate entrará Enrique Peña Nieto en primer lugar. Seguramente cuidará el acelerador para mantener el control de su vehículo, uno todo campaña perfectamente equipado.
En segundo lugar, todavía bastante atrás, entrará Andrés Manuel López Obrador utilizando su vehículo conocido como el elegido que ya vimos andar hace 6 años. Se dice que el motor requiere un pequeño ajuste de al menos 6 millones de dólares.
Ligeramente atrás entrará Josefina en un autobús rotulado La jefa. Un autobús robusto, lento pero potente. Un vehículo diferente.
Finalmente, entrará Gabriel, quien trepado en una combi continúa animado, con ese toque desalineado y relajado que le permitió, en el debate anterior, conseguir el cariño de algunos indecisos, lo que tiene muy contentos a los maestros del Panal.
Muchos estaremos pendientes observando cómo salen de la curva, cómo terminan el debate, preguntándonos si hubo alguna volcadura.
Saliendo del debate, entrarán a la recta final. Estarán a tan sólo tres semanas de la gran depuración. Iniciarán los cierres de campaña por todo el país y llegarán al 1 de julio ansiosos por conseguir el apreciado voto de cada uno de nosotros, amable radioescucha.