Prohibición al tabaco deja sin opción a los fumadores

Dejar el cigarro es una tarea difícil para cualquier fumador, sobre todo con la carga añadida de tensiones personales, económicas y sociales que la pandemia de Covid-19 ha traído consigo. Sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 780 millones de consumidores desean dejar de fumar, aunque apenas el 30 por ciento de ellos tiene acceso a medios para conseguirlo, algo que complica las intenciones globales de gobiernos, privados y sociedad de lograr un mundo libre de humo, que termine por beneficiar a las personas, a la salud pública y al medio ambiente. 

De acuerdo Andrzej Dabrowski, CEO de la tabacalera Philip Morris México, las desventajas y costos individuales y colectivos del consumo de cigarros están más que demostrados. Sin embargo, hoy no existe una conversación franca sobre las alternativas con las que los fumadores adultos cuentan para sustituir el cigarro, como pueden ser los vapeadores, los cigarros electrónicos y los dispositivos de tabaco calentado, que no están exentos de riesgos, pero sí representan una mejor opción que los cigarros de combustión. 

“Hablemos de ciencia, pues existe mucha desinformación y fake news en torno a las alternativas al cigarro. Fuentes científicas serias y completamente independientes de la industria tabacalera y de la industria del vapeo confirman que, gracias a los avances tecnológicos, los productos alternativos al cigarro son significativamente mejores que fumar. En algunos casos, como en el de los dispositivos de calentamiento de tabaco, la exposición a los tóxicos del humo del cigarro se reduce en hasta en el 95%”, argumenta Andrzej Dabrowski, CEO de Philip Morris México. 

El directivo considera que poner estas opciones al alcance de los fumadores adultos para que decidan de manera libre y responsable, con la información científica y objetiva necesaria, sería una contribución innegable a la salud pública; esta idea la refuerza una investigación realizada por la agencia Povaddo, que indica que 8 de cada 10 mexicanos -es decir, un 80% de los encuestados- considera necesario que los consumidores de cigarros tengan acceso a toda la información sobre alternativas libres de humo, sin malos olores y sin cenizas. 

“No podemos tener una conversación significativa y útil si no contamos con la información sobre las alternativas y si únicamente se opina a partir de rumores y prejuicios. Resulta paradójico que, contando con mejores opciones, se prohíba a los consumidores acceder a la información que necesitan para dejar el cigarro”, apuntó. 

Actualmente gobiernos de países como Nueva Zelanda, Japón o el Reino Unido han encontrado que la regulación de alternativa al cigarro como opción para los fumadores que no quieren dejar ese hábito ha dado mejores resultados que la prohibición, algo que legisladores en México buscan con urgencia a través de la Ley General para el Control del Tabaco, con medidas prohibitivas para los consumidores de tabaco y los productos de este sector, en lugar de apostar por un enfoque de libertad y responsabilidad para lograr resultados alentadores y efectivos para la reducción de consumo. 

Finalmente, sobre el derecho de los fumadores -cerca de 15 millones de ellos en México-, Dabrowski considera que “es un tema que nunca se toca en la conversación. Se habla del gobierno, se habla de las empresas tabacaleras, se habla de impuestos y prohibiciones, pero rara vez se piensa en el fumador adulto. Es injusto y poco razonable que se les estigmatice, cuando la tecnología permite ya ampliar sus opciones a través de las alternativas al cigarro”.