Pasarela para la recaudación de fondos a favor del albergue de la AMANC

Con el objeto de recaudar fondos para la construcción y equipamiento de un albergue por parte de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer AMANC Peninsular, con el apoyo del DIF Estatal, diseñadores de modas y 24 patrocinadores se llevará a cabo un desfile denominado Diseñadores de ilusiones el próximo martes 16 de abril a las 6:30 de la tarde en el Club Deportivo Libanés y tendrá una cuota de recuperación de 200 pesos.

Este evento que busca sensibilizar y concientizar a la sociedad, también tendrá un impacto positivo en las participantes, ya que permanecerá en las niñas y en sus familias. En conferencia de prensa el Dr. José Manuel Lino Andrade, jefe de servicios médicos del DIF Yucatán en esta materia aseguró que:

"El evento está hecho a través de la coordinación que hemos tenido con AMANC y de las 24 empresas que están patrocinando la realización no sólo de un sueño que se realizará el día 16 de abril, sino que se queda en las niñas y en sus familias" señaló.

La AMANC Peninsular lleva casi 14 años apoyando a las familias de niños con cáncer proporcionándoles despensas, medicamentos o cualquier otra necesidad que no pueda cubrir la familia en la materia. Sobre el albergue en cuestión, Ana Gabriela Cejudo Valencia, presidenta de la AMANC Peninsular refirió:

"Próximamente vamos a hacer la construcción de un albergue cerca del hospital O’Horán donde ellos y sus familias podrán recibir tanto hospedaje mientras terminan su tratamiento, igual vamos a tener unos cuartos para después del trasplante de médula ósea" comentó.

La construcción total de este albergue está estimada entre 4 y 5 millones de pesos, de los cuales actualmente sólo cuentan con 2 millones 800 mil pesos. El terreno que fue donado por el Gobierno con la aprobación del Congreso Estatal a la AMANC en mayo del año pasado y se localiza en la calle 92 número 484 de la colonia Bojórquez.

En dos meses aproximadamente, se iniciará con la construcción de cinco habitaciones y un comedor para que los padres de los niños en tratamiento puedan realizar actividades cotidianas como comer o lavar ropa, así como pernoctar si vienen de lugares lejanos cuando se requiera que regresen en los días inmediatos al tratamiento, pues en muchas ocasiones no cuentan con los recursos para estos desplazamientos tan consecutivos.