"Papá, asesiné a mi novia..."

09 de junio de 2017

"Papá, asesiné a mi novia..."

A Heidi no la asesinaron por andar de fiesta, no le quitaron la vida por ser promiscua, ni por ser infiel, ni por coqueta, causas que han sido pretexto en otros casos de asesinato. Ella, nunca pensó que su cuerpo terminaría dentro de una bolsa negra, a ella la mataron por querer finalizar una relación y continuar con su vida.

Heydi Tziú Cardós, originaria del municipio de Peto, fue asesinada por Adrián Chan Novelo, su ex novio, ambos de 18 años, el posible motivo: los celos.

En apariencia, su relación fue perfecta ante la vista de los demás durante casi tres años, las familias del joven victimario y la víctima convivían; cualquier evento del año era motivo para festejarlo entre todos. Los domingos, Adrián acudía desde temprano a casa de su Heydi, desayunaban juntos; por las tardes preparaban palomitas, se acostaban en el sofá de la sala y veían alguna película, casi siempre una comedia.

Ninguno de los tomaba bebidas alcohólicas, no fumaban, ni consumían drogas, nadie se explica que fue lo que paso, por qué Adrián decidió apuñalarla en varias ocasiones, degollarla y tirarla a un sumidero.

Melchor Alberto Cardos López, tiene 27 años, a pesar de su dolor acepta platicar con este medio de comunicación, por momentos se le entrecorta la voz, y se le humedecen los ojos, al acordarse de su sobrina fallecida. 

“No puedo decir que Adrián era un maldito, era un maleante o un drogadicto, puedo asegurar que él es así, no consumía nada. Iniciaron su relación a los 15 años de edad, al principio todo iba genial, las familias convivían siempre, nos llevábamos bien con el chavo, veíamos películas juntos, no nos imaginamos que la asesinara”.

La violencia comenzó meses atrás, le prohibió tener amigos y le programó horarios de entrada y salida.

“Me dijo que él le prohibió salir, tener amigos y hablar con la gente, incluso le estipuló  horarios de salida, ella decidió cortar con él porque le dijo que no era nadie para imponerle que tenía que hacer, a partir de eso, el chavo la seguía a todos los lugares donde iba”.

Ella estudiaba en la prepa Florencio Sánchez Esquivel, él en el Colegio de Bachilleres plantel Peto. Al parecer los celos se intensificaron dos semanas atrás.

“Hace 15 días comenzó a pedir ayuda por temor, sus amigos la acompañaban siempre a todos lados, porque ya le tenía miedo a ese chavo. Un día antes llega este joven, desayuna con mi sobrina y su mamá, hacen su tarea. Por la noche a ella le roban su mochila, mi sobrina llega a la casa y se pone a llorar por el extravío de sus cosas, en ese momento, Adrián le llama y le dice que se encontró  su billetera, no tenía dinero pero si sus documentos, no te preocupes mañana en la mañana me ves en el parque y te lo entrego sin ningún problema, afirmó Adrián”.

Ella acuerda ir por sus cosas al Centro, de ahí poco se sabe que paso, pero se sospecha que Adrián tenía planeado cada movimiento.

“Al día siguiente por la mañana Adrián le dice que vaya al Centro, que ya estaba ahí y que le iba a entregar sus pertenencias. Heydi le pide permiso a su madre y se dirige a verlo, entonces aprovechando el viaje le encargan tortilla y alpiste para los pájaros. Realmente desconocemos lo que sucedió, pero aparentemente él le robo la bicicleta en el Centro, y ella llega a casa del muchacho en un mototaxi. Según nos dicen que ella no falleció en el momento, se le apuñaló en varias ocasiones, entonces la degolló, la arrastra a la cueva que sirve como sumidero, posteriormente él -según nos dicen- lava el piso de su casa y que con la misma se fue avisarle al papa donde le confesó que mato a Heydi”.

El presunto feminicidio fue en la calle 40 A por 39 y 41 de la colonia Francisco Sarabia, en Peto. La vivienda pertenece a los padres de Adrián; su madre es enfermera y su padre agricultor, este último es quien dio aviso a las autoridades a pesar de que su hijo le pidió que no lo denunciara. Así lo confirmó Jorge Carlos Hernández Sierra, sub director de la policía municipal.

“La llamada sucede como a las 11:20 horas aproximadamente, y se manda a verificar, el padre dice que al parecer su hijo había lesionado a su novia”

 

Sin embargo la verdad era más dramática, una joven perdía  la vida violentamente  y un muchacho se había convertido  en un  asesino.

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El joven feminicida y la victima tenían 18 años, el presunto motivo, los celos.

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