“No hay que confiarnos…”

Esta semana, el gobernador de Quintana Roo anunció cinco medidas para evitar el semáforo ROJO en nuestro vecino Estado y salvar la economía turística de Cancún y la Riviera Maya.

El aumento de casos Covid-19 se debe a que la ciudadanía relajó las medidas sanitarias, es decir: la sana distancia, lavado de manos y el uso de cubre boca-nariz. En pocas palabras, los comercios y ciudadanía en general decidieron hacer lo que quisieron.

Con semáforo NARANJA las medidas dictadas en Quintana Roo consisten, entre cosas, en:

·         Obligar a los comercios a cumplir con el horario de apertura y el aforo de personas.

·         Hacer prueba de PCR Covid-19 a las personas que asisten a eventos.

·         El cierre de algunas calles y avenidas.

·         No permitir que el transporte público mueva más personas que las permitidas.

·         Sancionar a las reuniones sociales masivas porque no se vale que por la diversión de unos pocos, se ponga en riesgo la salud muchos y la economía de todos.

En Yucatán estas medidas no debieran sorprendernos, las vivimos durante varios meses cuando pasamos del semáforo ROJO al NARANJA. Mucha gente se molestó pero, en lo personal, considero que fueron adecuadas porque no hemos vuelto a tener un aumento significativo de casos Covid-19.

Hoy en día disfrutamos del color AMARILLO; espero que la experiencia de otros Estados y otras naciones que echaron a volar las campanas porque se imaginaron libres de coronavirus, lo que ocasionó rebrotes serios de la enfermedad, nos sirvan de ejemplo para seguir manteniendo las medidas que la autoridad nos exige para que podamos seguir conviviendo bajo las normas del semáforo AMARILLO.