Muchos restaurantes y fondas podrían "quebrar" por reforma fiscal

A tres semanas que entró en vigor la reforma fiscal, candados en el nuevo Régimen de Incorporación Fiscal (RIF) impide a pequeños restauranteros yucatecos con otros ingresos tributar en este esquema hacendario, impedimento que los obligaría a cerrar sus negocios o migrar a la informalidad.

En Yucatán hay 12,000 negocios que expenden comidas, desde loncherías hasta restaurantes de lujo. De ellos el 80% tributaba en el desaparecido Régimen de Pequeños Contribuyentes (Repecos), precisa el presidente de la Cámara de la Industria de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac), Alvaro Mimenza Aguiar.

Como muchos otros casos, el empresario comenta la situación de un adulto mayor con una jubilación de 2,000 pesos al mes y que tiene en Mérida un sencillo restaurante de cinco mesas, del cual depende su esposa y algunos nietos.

Antes de la reforma hacendaria, este restaurantero pensionado era un Repeco y pagaba una cuota fija cada dos meses al SAT. Por recibir ingresos de jubilación ahora no puede pasar al Régimen de Incorporación Fiscal, que podría exentarle este año del Impuesto Sobre la Renta y del IVA. Ante esto no le queda más que migrar al régimen general, y pagar obligatoriamente impuestos, además de los honorarios de un contador.

Alvaro Mimenza Aguiar señala que en caso que no se abran los candados del Régimen de Incorporación Fiscal para restauranteros ex Repecos, en los próximos tres meses muchos de éstos estarían cerrando sus negocios o trasladando sus actividades a la informalidad.

En México, el 85% de los restaurantes tributaban en el desaparecido Régimen de Pequeños Contribuyentes.

Otra banderilla a la situación de los restauranteros es que en las tres primeras semanas de enero, el precio de los insumos subió de 10 a 15% y se espera una cascada de alzas al paso de los días de 2014, año que no pinta bien para el sector, indica la Canirac en Yucatán.