Madrugadores y preparados para ir el cementerio

03 de noviembre de 2012

Madrugadores y preparados para ir el cementerio

Desde temprana hora, familias se dieron cita en el Cementerio Xoclán este viernes dos de noviembre, provenientes de diversos puntos de Mérida y del interior del estado arribaron al camposanto poco después de las seis de la mañana.
Para muchos, la jornada del día de muertos inició desde las cuatro o cinco de la mañana o antes, pues debieron levantarse para preparar la ofrenda, arreglar todo en casa, abordar el camión y poder estar en el cementerio antes de que comenzaran las aglomeraciones.
En el cementerio flores y velas fueron la principal ofrenda, aunque en los hogares se dispusieron las mesas de altar con la comida favorita de los fallecidos. Todo para propiciar esa convivencia entre familiares de la tierra y del más allá.
Quienes visitaron a sus difuntos en Xoclán, iban mentalizados para que sus flores tal vez terminaran en la tumba de algún otro difuntito. Una práctica lamentablemente común, que no respeta el dolor, la nostalgia o la memoria de los que se han adelantado en el camino.
Por ello entre los que visitaron el panteón, muchos prefirieron las flores artificiales y el yeso para asegurarlos a los nichos de sus familiares.
Este dos de noviembre los vivos caminaron entre las calles de esa ciudad durmiente, esa ciudad comúnmente silenciosa en la que en contadas ocasiones se vislumbra esa romería de los que aún pisan la tierra, que en estas fechas se mezcla con los murmullos de los desaparecidos.

La jornada del día de muertos inició desde las cuatro o cinco de la mañana o antes

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