"Los olvidados, los que contruyen castillos en el aire"

Amigos de NotiRASA, amantes de la calle, hoy les quiero platicar de un tema que a pocos interesa, una situación que a diario vemos en las calles y no la  tomamos en cuenta y sobre todo no nos preocupa,  les hablo de los “olvidados”, los sin hogar, o los también llamados vagabundos, indigentes, etc.

Dicen son más de 200 en la ciudad de Mérida, dicen que en realidad la sociedad no se ha olvidado de ellos, ellos han querido olvidar a la sociedad, dicen que ellos así son felices, en su mundo, su mundo que les permite construir castillos en el aire con nubes de algodón.

Las historias son muchas, se habla que algunos de estos personajes alguna vez tuvieron una vida, alguna vez tuvieron casa y juguetes, alguna vez tuvieron una familia, pero de repente la vida, la vida les cambio, algunos por los excesos, por quererse comer el mundo en un bocado, otros por alguna enfermedad mal cuidada, y otros más por decisión propia, porque ellos creen que los locos somos nosotros, nosotros que no alcanzamos a ver que la felicidad no radica en la ropa que usamos, en la marca del auto que nos transporta o la casa que tenemos, tal vez ellos piensan que la felicidad radica en la libertad, su libertad.

En Mérida afortunadamente existen varias asociaciones que se dedican a ayudar a esta gente, tal es el caso de la “Casa del Buen Samaritano” en donde les ofrecen, comida, un lugar para asearse, y un techo donde dormir, el esfuerzo que realizan los responsables del lugar es considerable,  pero no da, dicen son muchos, y la ayuda poca, por lo que solicitan a la sociedad yucateca que volteen sus ojos hacia ellos y entre todos ayudarnos.

Tal y como dice este grande de la música, Facundo Cabral, en esta canción que  compuso en 1970, ellos dicen que no son de aquí ni de allá.

Algo muy curioso que nos cuentan los ayudantes de esta casa,  es que ellos, después de haber descansado, comido y demás, les dicen que se tienen que retirar porque tienen actividades que hacer, si, tal como escuchó hasta ellos tienen una agenda diaria que cumplir.

Como decíamos al principio son múltiples historias muchas conmovedoras, otras desgarradoras, otras más difíciles de creer, pero al final del camino tal y como alguno de ellos hace unos años me comentaba cuando tuve oportunidad de acercarme a él y sacarle 2 o 3 palabras a cambio de una hamburguesa con sus papas y refresco, me dijo que a pesar de todo apreciaba la vida y le daba gracias, porque le había dado de todo y hasta ese día le estaba dando una oportunidad de disfrutar de los sonidos de la naturaleza.

Ante estas palabras solo me vino a la mente esta canción de la chilena Violeta Parra que resume lo que esta persona me dijo y enseño, que a pesar de todo hay que darle gracias a la vida.

Se los dejo en los oídos... continuamos en NotiRASA