Los muertos si regresan

Mucha gente afirma que las almas de los difuntos no regresan a visitar a sus familiares para degustar los alimentos que les fueron ofrecidos en ofrenda el 2 de noviembre, hay incluso quienes se quedan esperando a las animas ese día, la siguiente historia es de una familia que no creía en el regreso de las almas que hoy descansan eternamente.
La historia se remonta en el año 2003 en un fraccionamiento cercano a la ciudad de Umán.
Gloria Abigail Muñoz la joven que junto con su familia vivió el terrorífico suceso relata que el día 1 de noviembre se acercó a preguntarle a su madre si ese año iban a poner altar como cada año, su mamá le dijo de forma tajante que no, porque únicamente se desperdicia la comida ya que los almas no regresan y menos la de su abuelita quien nunca los fue a visitar mientras ella vivía.
Llego el día 2 de noviembre y su progenitora quien es maestra llegó con todos los productos necesarios para poner un altar y Abigail de nueva cuenta le pregunto si iba ponerle una ofrenda a su abuelita, quien recibió una negativa como respuesta, y contra la voluntad de su mamá puso la mesa.
Cuando se encontraban almorzando escucharon unos ruidos extraños que provenían cerca del altar por lo que ella y su hermano se asustaron.
“Mi mamá nos dijo que no tengamos miedo porque sus seres queridos y sus abuelitos nunca habían conocido la casa y nunca iban a llegar, seguimos comiendo y volvimos a escuchar los ruidos pero teníamos el estéreo encendido, me levante y lo apague, y seguíamos escuchado el tintineo”
Fue su hermano con una cara de horrorizado les dijo que miraran el espejo ya que había una mano en forma de esqueleto en el espejo de la sala.
“Mamá mira lo que hay en el espejo nosotros nos quedamos calladas y yo que estaba enfrente del espejo no había visto nada y es ahí cuando mi hermano me replica que vea el espejo y cuando vi había una mano sellada en la cual se podían percibir los huesitos más chiquititos hasta la parte de debajo de la mano” comentó.
Entonces refirió que vino sobre discusión en la cual todos se echaban la culpa ya que pensaban que era una broma que se estaban gastando, pero en ese momento un fuerte aire entro a la casa que hizo que las veladoras, platos que estaban de ofrenda cayeran al piso, y su puerta se cerró de un brusco golpe y un aire frío recorrió toda la casa que los erizó.
“Llegaba el momento que para ir al baño tenías que pasar por la sala y nadie quería pasar, tampoco podíamos dormir y mi mamá dijo en ese momento son tonterías nos estamos sugestionando voy a quitarlo, a la hora de quitarlo no se quita tuvo que agarrar un papel mojado y lo empezó a tallar, dice que era como cera, hablamos a nuestros familiares y pusimos las velas, pensamos en que nunca debes burlarte en esos aspectos de nuestras creencias, costumbres y de todo lo que nos está pasando” señaló.
Sus familiares les dijeron que nunca se burlen de los difuntos, ya que si no creen que mínimo los respeten.