La primaria “Quintana Roo”, el peor de los edificios carcomido por termitas en Mérida

Después que realizó una evaluación rápida a la infraestructura e inmuebles infestados de termitas de la primaria “Quintana Roo”, el técnico Freddy Molina Fernández expresó contundentemente que estaba frente al peor de los casos que había visto en Mérida de un edificio altamente contaminado por los insectos.
Durante un recorrido que efectuó junto a directivos del plantel, funcionarios de la SEP y personal de la Secretaría de Salud, el también gerente de la compañía Fulminator, precisó que las colonias de termitas de la escuela tienen unos 10 años o más.
En el edificio, construido a principios del siglo pasado, se pueden ver que las termitas ya carcomieron libros, escritorios, puertas, ventanas, paredes, vigas del techo, muebles antiguos y vitrinas. Todos despiden un desagradable olor a humedad.
En la primaria “Quintana Roo”, localizada en la calle 62 entre 45 y 47, estudian 70 niños. El primero y segundo grado en un solo salón, lo mismo que el cuarto y el quinto. Sólo el quinto y el sexto toman clases en salones independientes. Ocupa el edificio actual desde hace 15 años después que dejó un inmueble ubicado frente al parque de Santa Ana, que actualmente es una galería de arte.
La directora, Carmen Ojeda Lizama, comenta que durante años trataron sin éxito combatir las termitas rociando gas morado sobre las colmenas y túneles que construye el bicho. En la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de Yucatán (Segey) jamás les hicieron caso cuando solicitaban exterminar la plaga que corroe la escuela. Sólo les respondían “les vamos a programar”.
Fulminator pretende inyectar un químico entre las paredes y en todo el patio de la primaria, pues la termita reina, que procrea millones de termitas, están por lo general ocultos a varios metros de la superficie.
La señora María Guadalupe Contreras, madre de un alumno, comenta que a su hijo de dan miedo “los piojitos” que le dan comezón durante clase. Expresa que tuvieron que organizar una protesta para que las autoridades atendieran las demandas de los padres de familia.