La PGR preocupadísima por el lío de las calles
19 de junio de 2017
Ya me imagino a todo el personal de la Procuraduría General de la República apurado haciendo a un lado todos los problemas que tiene pendientes de resolver en el país para atender la denuncia de daño a las calle de Mérida: crimen organizado, venta ilegal de armas, 50 homicidios diarios, fosas rebosando de cadáveres por todos lados, Guerrero, Michoacán, Tamaulipas…
El problema de los gobernadores manilargas, como Duarte, Beto Borge, Padrés, etc. es menor y tendrá que esperar porque en Mérida, según se dice, 35 calles fueron dañadas con ácido y el PAN y el gobierno del Estado han roto su amasiato político para culparse de “tan terrible atentado” que podría generar problemas económicos, sociales y políticos a lo largo y ancho de la República.
Es buena la decisión del Ejecutivo yucateco de poner en manos ajenas el caso del ácido, tomando en cuenta que podría estar involucrado un alto funcionario de su administración, y también lo es porque así otros involucrados, como el presidente del comité municipal de Acción Nacional no podrán echarle nada en cara si a final de cuentas se comprobara un “autodaño” o la perversidad de un pleito interno en ese partido.
Pero de ahí a pensar que la Procuraduría General de la República tenga en sus manos una papa caliente que le quite el sueño, ¡por favor! Como si no tuviera otra cosa que hacer.
Y yo me iría un poco más allá. La queja es por daño en las calles, pero fuentes oficiales aseguran que ese daño no existió, que el nuevo pavimento de las 35 vialidades señaladas estaba manchado sí, pero no dañado. Créalo usted si quiere, yo le aseguro que la fuente es muy buena y que la Fiscalía no considera delito grave alguno, pero hay que darle tiempo al tiempo por si algún día la PGR tuviera que dar una respuesta.
Y como quiera que fueran las cosas, la “fiesta” ya comenzó, los principales contrincantes ya se subieron al ring y a más de un año de las elecciones mucho tendremos que ver y oír, como el vídeo que circula en la redes de una parranda del presidente del Comité Municipal del PAN que, aún cuando se aprecia que no es reciente, no lo deja bien parado ni social, ni política ni moralmente.
¡Cosas veredes mío Cid¡ Y la fiesta aún comienza, pero la verdad, aunque sea un juego sucio tiene su lado limpio: nos dará oportunidad de verles la cara oculta a quienes pretenden representarnos en los distintos puestos de elección y administrativos.
Veo ya poco probable que sepamos si fue Vadillo, Pérez Ballote, el chofer, o el ciudadano colaborador o secuestrado, y quizá ni sepamos si el tal ácido dañó las calles o sólo las manchó como por ahí se asegura, pero lo que sí es cierto… es hora de cerrar las puertas y hacer las apuestas porque la pelea ha comenzado.
Nota escrita por
Manuel Triay
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